Actualmente podemos encontrar cientos de películas de terror en donde se abordan temas paranormales, desde zombies, brujas y duendes, hasta demonios, posesiones y exorcismos, y son justamente estas últimas las que llaman la atención de las y los amantes de lo oculto, ya que el pensar que existen entes malignos invisibles que están esperando alguna fisura para poseer nuestro cuerpo físico nos genera una sensación inquietante y perturbadora.
Pero a pesar de que la gran mayoría de estas historias son sólo ficción, a lo largo de la historia hemos conocido a personas que han convertido estos temas en su trabajo, ayudando a las personas que se encuentran en peligro espiritual y, sobre todo, haciéndonos ver que el mal existe y se encuentra en todos lados. Uno de los más grandes ejemplos de esto son Ed y Lorraine Warren, los investigadores paranormales más reconocidos que aún después de su muerte nos han dejado un legado lleno de objetos malditos, historias de terror y demonios combatidos que se encuentran, por ejemplo, dentro de una tierna muñeca.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
La verdadera historia de Annabelle, la muñeca poseída que combatieron los Warren
En 1970, una madre adquirió una muñeca antigua Raggedy Ann en una tienda de segunda mano, este inocente juguete fue un regalo de cumpleaños para su hija, Donna, quien se encontraba en los preparativos finales de su graduación universitaria en la carrera de Enfermería; Donna colocó a la encantadora muñeca desgastada Ann en su cama como un adorno que le recordaba a su madre, pero en cuestión de días, tanto Donna como Angie (su compañera de casa y también futura enfermera) percibieron que algo inusual y perturbador estaba ocurriendo con la muñeca.
Al principio eran movimientos sutiles, simples cambios de posición que las hacían dudar de su cordura, sin embargo, con el tiempo, estos movimientos se volvieron más pronunciados y enigmáticos, tanto así que cuando Donna y Angie regresaban a casa después de una larga jornada, encontraban a la muñeca en diferentes habitaciones de la casa, a veces con las piernas cruzadas o de pie, sin recordar haberla colocado allí, pero lo más inquietante comenzó cuando descubrieron que no sólo se movía, sino que también era capaz de escribir.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
Aproximadamente un mes después de estos sucesos, Donna y Angie encontraron mensajes escritos en papel pergamino que suplicaban "Ayúdanos" y "Ayuda a Lou", escritos con una caligrafía infantil y lo más espeluznante de estos mensajes no era tanto el contenido, sino la forma en que estaban escritos, ya que Donna declaró que nunca había tenido papel pergamino en su casa, lo que planteaba la inquietante pregunta: ¿de dónde provenían estos materiales?
Una noche, Donna llegó a casa para descubrir que la muñeca se había movido nuevamente y esta vez estaba en su cama, pero esta vez la joven intuyó que algo no estaba bien, ya que al momento una sensación de miedo se apoderó de ella cuando vio que una sustancia roja y líquida que parecía ser sangre apareció en el dorso de las manos y el pecho de la muñeca, por lo que, asustadas y desesperadas, Donna y Angie decidieron que era hora de buscar ayuda de un experto en fenómenos paranormales.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
Desorientadas sobre a quién acudir, contactaron a un médium y se organizó una sesión de espiritismo en donde Donna entró en contacto con el espíritu de Annabelle Higgins, quien había sido una niña que vivía en la propiedad antes de la construcción de los apartamentos y había fallecido trágicamente a la edad de siete años; el espíritu expresó su deseo de quedarse con Donna y Angie, buscando amor y consuelo, por lo que conmovida por la historia de Annabelle, Donna le dio permiso para habitar la muñeca y quedarse con ellas.
Pero a pesar de que el médium afirmó que el espíritu que habitaba dentro de la muñeca era completamente inofensivo y sólo buscaba amor, una amiga cercana de las enfermeras llamada Lou (quien había estado presente desde el día en que la muñeca llegó a sus vidas) afirmó desde el inicio que la muñeca nunca le agradó y advirtió a Donna en múltiples ocasiones que era maligna y debían deshacerse de ella, pero la joven no hizo caso y esta decisión resultó ser un trágico error ya que Lou experimentó un episodio aterrador cuando la muñeca pareció estrangularla mientras dormía, lo que lo llevó a tomar la firme determinación de librarse de la muñeca y del espíritu que la poseía.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
En otro incidente inquietante, mientras Lou y Angie estaban en su apartamento preparándose para un viaje por carretera al día siguiente, se escucharon crujidos inquietantes provenientes de la habitación de Donna, por lo que Lou decidió investigar y, al entrar en la habitación, encontró a Annabelle en un rincón del suelo, al acercarse, sintió la presencia de alguien detrás de ella y al darse vuelta, se encontró sujetándose el pecho, con marcas como arañazos que le causaban un dolor insoportable e incluso sangraban.
El demonio que fue contenido por los Warren
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
Después de estos inquietantes y violentos sucesos, Donna finalmente se convenció de que la presencia en la casa no era la de una niña, sino una entidad demoniaca y completamente inhumana, por lo que decidieron buscar ayuda de un verdadero experto y contactó a un sacerdote episcopal llamado Padre Cooke quien, a su vez, contactó a los reconocidos expertos en lo paranormal, Ed y Lorraine Warren, ellos se interesaron de inmediato en el caso y se pusieron en contacto con Donna, llegando a la conclusión de que la muñeca no estaba poseída en sí misma, sino que estaba siendo manipulada por una entidad demoniaca.
Los Warren explicaron que los espíritus no poseen objetos inanimados como casas o juguetes, en su lugar, buscan poseer personas y en el caso de Annabelle, un espíritu inhumano se había adherido a la muñeca y estaba manipulándola para crear la ilusión de vida con el objetivo de obtener reconocimiento. El espíritu, en realidad, no deseaba quedarse en la muñeca, sino que buscaba poseer a un ser humano como huésped, por lo que estaba en la etapa de infestación del fenómeno, manipulando la muñeca para llamar la atención de los ocupantes de la casa.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
La siguiente etapa del fenómeno habría sido la posesión total de un ser humano, por lo que si estas experiencias hubieran continuado por otras dos o tres semanas más, el espíritu habría logrado poseer por completo, o incluso dañar o matar, a uno o a todos los ocupantes de la casa, por lo que al finalizar la investigación, los Warren consideraron apropiado que el padre Cooke recitara una bendición de exorcismo para purificar el apartamento, utilizando la "bendición episcopal del hogar", un documento positivo que enfatiza llenar el hogar con el poder de lo divino en lugar de expulsar entidades malignas específicamente.
A petición de Donna, como precaución adicional contra la repetición de los fenómenos en la casa, los Warren se llevaron la gran muñeca de trapo cuando abandonaron el lugar, sin embargo, la actividad inquietante no cesó ya que Annabelle no solo parecía moverse, sino que también demostró su hostilidad hacia los clérigos que visitaban la casa, incluso después de ser trasladada al Museo de lo Oculto, Annabelle continuó siendo objeto de incidentes extraños.
Fotografía: Captura de pantalla/N.E.S.P.R
Los Warren decidieron colocar a Annabelle en un estuche especial dentro del Museo de lo Oculto, donde permanece hasta el día de hoy y aunque la muñeca ya no parecía moverse desde que fue colocada en el estuche, se cree que sigue siendo una entidad peligrosa y está estrictamente protegida, por ello, los Warren advirtieron enérgicamente que desafiar el mal es peligroso y que ningún ser humano es más poderoso que las fuerzas malignas y ésta es una lección que quedó grabada en la trágica experiencia de aquel joven desafiante que, al no tomar en serio la advertencia, pagó un precio fatal.
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