No importa la nacionalidad, las raíces, el entorno social o incluso económico, si algo tienen en común todos los niños del mundo es su inquietud por descubrir lo que los rodea y por qué no, hacer todo tipo de travesuras en el camino.
Aunque muchas veces estas travesuras ponen el pelo de punta y sacan ‘canas verdes’ a padres y madres de familia, la realidad es que también logran poner una gran sonrisa por su ingenio y habilidad para lograrlas.
Pero, ¿sabes por qué los pequeños hacen estas jugarretas de manera consciente o inconsciente y cuáles son las más comunes? Aquí te explicamos más a detalle sobre este tema.
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¿Por qué los niños hacen travesuras?
De acuerdo con psicólogos infantiles, las travesuras de los pequeños pueden tener diferentes explicaciones, pero las más comunes suelen ser tres: llamar la atención, el aburrimiento y los retos hacia los padres.
Vayamos por partes; uno de los principales motivos detrás de las travesuras de los niños es llamar la atención, especialmente cuando los padres están ocupados en diferentes tareas. En este sentido, los pequeños buscan romper o esconder cosas, generalmente objetos de valor, para ser atendidos, aunque muchas veces terminen siendo regañados.
Bien dicen por allí que el aburrimiento es la semilla de la creatividad y la cuna del asombro; cuando los niños no tienen nada qué hacer, buscan cualquier cosa a su alcance para probar los límites familiares. Por ello, los expertos recomiendan mantener ocupados a los pequeños para evitar travesuras complejas.
Por último, la astucia también provoca estas diabluras, en especial cuando los niños desean algo en concreto y quieren ver a los padres ceder ante todo, como si se tratara de un reto a la paciencia de los adultos.
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Travesuras más comunes y qué hacer ante ellas
Según los investigadores, las travesuras comienzan a ser un tema importante cuando los niños cumplen dos años y se pueden extender hasta la adolescencia. Y si eres padre de familia, seguro coincides en que si hay mucho silencio en casa, es por que un pequeño está haciendo una diablurilla, entre las más comunes están:
- Cortarse el cabello
- Jugar con fuego
- Jugar con la comida
- Rayar las paredes
Pero ojo, los psicólogos infantiles aseguran que los regaños ante las travesuras pueden ser contraproducentes, pues los niños solo querrán probar los límites a medida de que crecen. Ante esto, ellos promueven las charlas y solo intentar corregirlas cuando pongan en riesgo la su salud o una tercera persona salga lastimada o corra peligro.
Al final de cuentas, todos fuimos pequeños alguna vez; ¿cuál es la travesura que más recuerdas que hiciste de niño?