La llamada polilla de la muerte es una especie que ha ingresado a la lista de los animales que están en peligro de extinción. Se le llama así debido a que, como medio de defensa, asemeja un camuflaje parecido al de una calavera.
Es una forma de ahuyentar a sus depredadores. La polilla australiana puede encontrarse en la selva subtropical de Nueva Gales del Sur por lo cual ha tenido que desarrollar diversos mecanismos de defensa ante el peligro de otros animales.
La especie también hace migraciones periódicas a Europa y llega a las Islas Canarias. Su tamaño aproximado es de entre 9 y 12 centímetros en las hembras.
Emite un zumbido agudo cuando es molestada por sus depredadores, incluso puede morder si se siente amenazada.
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La protección de la polilla de la muerte
Cuando siente que hay peligro a su alrededor, la polilla arquea la espalda hasta revelar lo que parece un rostro de grandes ojos y dos filas de dientes que lucen como si fuera una calavera.
Al nacer la polilla tiene un color marrón claro y desde entonces comienza a ser maestras del camuflaje. De esta forma dan la apariencia de ser parte de las hojas secas. Al crecer conservan su capacidad para protegerse.
Lo que podría parecer el frente de la polilla, en realidad, es el extremo inferior de la larva. Su cabeza está metida dentro de su vientre junto con sus piernas.
Los lugares de reproducción de la polilla de la muerte se dan donde crece una planta de la cual se alimenta, es una enredadera de la selva que crece en las selvas subtropicales al este de Australia.
Por esta razón, la especie también está en peligro de extinción ante la tala de la selva tropical y la invasión de especies exóticas que se han acabado su alimento.
La polilla de la muerte también es considerada una de las más veloces del planeta al alcanzar una velocidad de 50 kilómetros por hora.
chp