DÍA DE MUERTOS

Cinco leyendas de Día de Muertos ¡No todo es Halloween!

En estos días en que los mexicanos recordamos a nuestros difuntos es común recordar también las leyendas que tanto miedo le dan a chicos y grandes

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Una leyenda de las más famosas es la de la Llorona, espectro que hasta la fecha se sigue apareciendo... dicen: Foto: Archivo | Cuartoscuro

El Día de Muertos es una de las más hermosas tradiciones que tenemos en México, pues las personas tienen un “reencuentro” con sus seres queridos que se adelantaron. 

Hermosas ofrendas se colocan en los hogares, donde contrario a ser presas de la tristeza la alegría es el estado de ánimo que pernea en el ambiente.

Aunado a esto se recuerdan todas las leyendas que se han generado a través de los años en nuestro país y que tanto miedo generan cada que se leen.

Aquí te presentamos algunas de las más famosas: 

La mujer herrada 

La leyenda cuenta que en la calle de Perú, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, vivía un herrero en cuyo taller llegaron dos hombres a solicitar un servicio de urgencia para el padre de una iglesia.

El trabajo era sencillo: herrar a una mula para que estuviera lista a la mañana siguiente en el viaje que el padre haría al cerro del Tepeyac.

El herrero aceptó el trabajo sin problema; sin embargo, al día siguiente se dirigió a la casa del padre para preguntarle por qué lo había buscado a altas horas de la noche.

Cuando el hombre entró a la morada del religioso se llevó una terrible sorpresa, encontró al ama de llaves tendida en el suelo con las manos y pies herrados.

Algunas versiones cuentan que la mujer había pecado mucho durante toda su vida. Otros cuentan que era la enamorada del cura y que aquellos misteriosos hombres de la noche en realidad eran demonios que le dieron penitencia a la mujer.

La Llorona

Una de las leyendas favoritas de todos lo tiempos, el lamento de una mujer por sus hijos, que ella misma asesinó, mientras recorre las calles de las ciudades.

De acuerdo con las creencias parece en lugares por donde alguna vez pasó un río. Quienes la han visto, aseguran que es una mujer vestida de blanco que oculta su rostro; sin embargo, no se le ven los pies y parece flotar.

De acuerdo con su origen, data de la época de la Colonia basadas en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo.

La leyenda cuenta que una mujer de origen indígena era amante de un español, pero cuando ella buscó algo más serio con él, este se negó porque pertenecía a la alta sociedad. 

Este hecho desató la furia que desquitaría con sus hijos. Por la noche los llevo al río y los ahogó. Desde entonces deambula por las noches, lamentándose por este pecado con el grito.

La Pascualita

Pascuala Esparza, la dueña de una tienda de vestidos de novia, tenía una hermosa hija a quién le llamaban “Chonita” se iba a casar, pero que trágicamente, el día de su boda, una araña viuda negra la picó y murió momentos antes de llegar al altar.

Dicen que Pascuala Esparza quedó tan afectada por la pérdida de su hija que no permitió que nadie se acercará a su cuerpo.

Misteriosamente meses después de la muerte de la joven, la madre de “Chonita” colocó en una de las vitrinas de la tienda de novias de la que era dueña un misterioso maniquí que de acuerdo con ella supuestamente provenía de Francia.

El escalofriante parecido entre el maniquí y “Chonita” hicieron que los vecinos se se dieran cuenta de que los rasgos de la muñeca eran extremadamente humanos, por lo que sospecharon que la hija muerta de Pascuala era en realidad el maniquí.

La Planchada

Esta leyenda no resulta tan espeluznante como las demás, pues al parecer, este espectro ve por el bienestar de las personas enfermas. 

Se cuenta que en el Hospital Juárez, de la Ciudad de México, una enfermera de nombre Eulalia entrego prácticamente su vida al servicio de sus pacientes.

Se dice que se enamoró de un médico quien le rompió el corazón. Esto le afectó tanto que desatendió su profesión. Cuando cayó enferma reflexionó sobre sus actos.

Después de morir se desataron testimonios de personas que, hospitalizadas, aseguraron que una enfermera con las características de Eulalia los había atendido.

El Charro Negro

Se cuenta que este mítico personaje provenía de una familia humilde, sus padres lo amaban, pero nunca pudieron cumplir los caprichos que quiso. Siempre le gustó ir bien vestido y para darse sus lujos llegó a dejar de comer para ahorrar y completar para un buen atuendo.

Sin embargo, la pobreza nunca lo abandonó, motivo por el cual decidió volverse rico de la peor forma: hizo un trato con el Diablo, se hizo rico a cambio de su alma. 

Después de años de despilfarro y con la hora cada vez más cercana para pagar su deuda, intentó esconderse del demonio, pero fue imposible. 

Su castigo fue pasar la eternidad en el infierno, acompañado por su fiel caballo. Sólo sale para encontrarse con los vivos para cobrarle a otros deudores de Lucifer.

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