Hoy en día todos los recuerdos de una persona se almacenan de forma digital. Fotografías, vídeos y documentos pueden encontrarse en celulares, tablets y computadoras. Además, sus redes sociales son otro espacio en el que comparten un gran número de imágenes, historias y conversaciones.
Pero, ¿qué ocurre con todos esa información cuando alguien fallece?, ¿a dónde van? -A ninguna parte, a no ser que la persona haya creado un testamento digital.
Sí, en algunos países esto es una realidad. Existen empresas que preparan la transferencia de esos contenidos. Así, cuando se comunica y se confirma el fallecimiento, el patrimonio digital se entrega a las personas a las que ha heredado sus derechos, tanto contraseñas de cuentas como archivos.
Pero, qué podemos hacer si un familiar fallece y tiene cuentas abiertas en redes sociales.
En el caso de Twitter, esta red social no eliminará la cuenta si no lo solicitan, y para ello deberás mandar una solicitud con el nombre de usuario y nombre completo del usuario fallecido; señalar qué relación tienen con el usuario; nombre completo de quien hace la petición y una dirección de correo electrónico.
En Facebook, ante una solicitud, la red puede convertir la cuenta de alguien fallecido en conmemorativa. También se puede configurar la página para que se elimine o designar a un contacto legado, quien administrará la cuenta cuando mueras.
Y en Instagram, los familiares también podrán pedir que el perfil se elimine o se vuelva conmemorativo. Para ambos casos la red solicitará un copia de la acta de defunción.
Los datos completos los puedes encontrar en las páginas de soporte de cada red social.