Tres en raya

La Cuauhtemiña o el lío de pantalones

“There is a special place in hell for women who don't help other women”. Madeleine Albright

La Cuauhtemiña o el lío de pantalones
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Un lío de… pantalones. No tardaba. Aunque acotada, la insurrección en la 4t llegó. Tal rebelión se trata de mujeres diferenciándose de otras mujeres.

Lo que sucede es que estamos frente a una nueva marrullería avalada por quienes dicen no sólo representar sino defender a la mujer en este país. Aquellas que claman “llegamos todas”, muestran que no llegaron ni ellas. Ahora, al ver la molestia social y en sus propias filas, ya modificaron un poco el discurso, pero no deja de ser lamentable; “… siempre vamos a apoyar a las mujeres… pero siempre tiene que haber pruebas suficientes"…

Doble burla, pues la votación que dio cobijo a Cuauhtémoc Blanco se realizó en un día “25”. El 25 de cada mes es el “día naranja, día para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”. Ajá…

El lío de pantalones de Blanco (eufemismo para llamar a un presunto violador o golpeador) es un divisor al interior de Morena. Es decir, esta defensa a ultranza del diputado es una división al interior de la 4t.

Basta ver la votación en el Congreso de la Unión; 25 morenistas votaron en contra, 22 de ellos mujeres. Los 67 del PAN, los 26 de MC, los 38 del PT (ojo, aliados de la 4t) y 2 diputadas del Verde y la diputada independiente Araceli Mendoza Arias votaron para que le quitaran el fuero. Además, 12 diputados de Morena se abstuvieron de votar.

Si a mí me preguntan (que no lo están haciendo) quiénes votaron en contra del diputado, mismo siendo de Morena, se puede decir que lo hicieron en congruencia con sus postulados (entre ellas las diputadas Anais Miriam Burgos, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, quien dicen solicitará a la fiscalía de Morelos que reponga el proceso y presente una carpeta debidamente integrada para que se pueda volver a revisar y votar; o la diputada María Teresa Ealy quien señaló: “con el respaldo a Blanco nos callaron a las mujeres por defender a un hombre acusado de violentar a mujeres, las leyes protegen a los poderosos”).

Quienes defendieron lo indefendible, han traicionado al país. Incluyendo entre ellos al presidente de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna (sí, el que pateó el balón en San Lázaro y llevó a los “extraterrestres”), quien hizo uso faccioso de los micrófonos.

Con Félix Salgado Macedonio se dijo que “un violador no será gobernador”. Ahora el desagrado es saber que Blanco ya fue gobernador de Morelos, que DURANTE su gestión violentó y continuó violentando a mujeres, y que ahora bajo el cobijo de la inmunidad parlamentaria, sus correligionarios han decidido ayudarle a burlar a la justicia y a las víctimas.

Él, ahondando en la soberbia y desde la protección de un fuero que no debiera servir para no enfrentar la justicia, se pavonea: “estoy dispuesto a ir a la Fiscalía, no tengo miedo”. Tal vez por ese “no miedo” es que entró por la puerta trasera al Congreso de la Unión y arropado por mujeres de Morena parloteó lo injustificable.

En un acto inaudito, mientras él hablaba, a la víctima la despojaron de ese derecho tan básico como el poder expresar lo que le había sucedido. Ni siquiera la recibió la comisión, tampoco la citó posteriormente.

Estas son solo unas pinceladas de este lío de pantalones. De un rompimiento que no se irá, si acaso crecerá con el tiempo. Y que Claudia Sheinbaum dejó pasar… Alzó la voz exclusivamente para decir que se alcanzó la mayoría que le mantenía el fuero al diputado, pero que no quería saber del PRI ni en pintura; nunca cuestionó a Blanco.

Y es que, si Cuauhtémoc Blanco perdía el fuero, iba a ser juzgado por el desvío de recursos, por lavado de dinero y por asociación con el crimen organizado cuando fue gobernador de Morelos. Por cierto, la Auditoría Superior de la Federación señaló la malversación del exgobernador por casi 6 mil millones de pesos de recursos federales. ¿Por qué no ha procedido una denuncia formal?

Un antes y un después al interior de Morena. Sabemos de qué lado han caído las feministas del movimiento. Las que señalaron las trapacerías (incluyendo la gobernadora), las que señalaron el atropello, las que callaron, las que votaron para defender que no se proceda legalmente contra un posible violentador de mujeres y la que siendo la primera secretaria de Género del país respalda el apoyo de la Cámara de Diputados a Cuauhtémoc…

Valdría la pena que los legisladores le dieran una leída al artículo 111 Constitucional y entendieran la diferencia entre inmunidad (libertad de expresión) e impunidad (solapar delitos). Para eso no es ni nunca fue el fuero. Sea o no culpable el legislador, que conste.

Tres en Raya

Mientras el PRI apoyó a Morena y a Blanco. Sin duda alguna el PRI merece la desaparición como partido. Vergonzoso su ‘voto de conciencia’. Esta “oposición” no la merece nadie.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

MAAZ

 

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