La moneda está en el aire. La visita del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a Washington, DC, para reunirse con el secretario de Comercio Howard Lutnick, está envuelta en un gran signo de interrogación sobre cuál será el derrotero de la relación bilateral México-Estados Unidos en función de los aranceles que entrarían en vigor el próximo 2 de abril. De nueva cuenta estas negociaciones están supeditadas a la voluntad política del presidente Donald Trump.
Ebrard está en Washington con cuatro sectores prioritarios en la cabeza: automóviles, autopartes, acero y aluminio. En esos ámbitos centró esta visita, y lleva datos para demostrar que la integración de Norteamérica sería más benéfica que una guerra comercial intrarregional.
No obstante, los argumentos técnicos podrían ser insuficientes si Trump no se convence de la colaboración de México en los temas prioritarios. Por eso la presidenta Sheinbaum se refirió ayer en la Mañanera a que Estados Unidos está enterado de las acciones de seguridad instrumentadas recientemente aquí.
Y en adición a los sectores prioritarios, el secretario también lleva otra encomienda a Washington: convencer al gobierno de Trump de que México quiere colaborar para aumentar la competitividad de la región y competir como bloque contra Asia y Europa.
¿Deben los empresarios ser optimistas respecto de lo que se negocia hoy en la capital de Estados Unidos? Todavía no. La cautela —o cabeza fría, como le llaman Ebrard y Sheinbaum— seguirá siendo la herramienta recurrente en el equipo mexicano. La Presidenta dijo ayer que no está descartado un nuevo telefonema con Trump. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que Sheinbaum advirtió que, si llegado el 2 de abril los aranceles sí se imponen contra México, nuestro país responderá con medidas arancelarias y también no arancelarias.
Falta poco para que inicie una nueva era comercial. Ayer Trump encendió todas las alarmas del sector automotor mexicano al anunciar aranceles de 25 por ciento contra esa industria y sus subproductos no estadounidenses.
Ni con el T-MEC se salvarán del arancel. Y lo justificó con datos duros, como lo suele hacer Ebrard. Las cosas se complican. Uf.
INMADUREZ DIGITAL
Se publicó el Informe de Madurez Digital 2025 por parte de Kio, EY, la American Chamber y Needed Education. Tristemente ahí se observa que la transformación digital únicamente alcanzó a 41 por ciento de las empresas, en lugar de 70 por ciento que se considera “ideal”. De hecho, únicamente 1 por ciento de las empresas ha integrado por completo la Inteligencia Artificial (IA). Muchas tienen planes para 2026, pero prevalece la capacitación insuficiente. Y en cuanto a trabajadores se revela que 70 por ciento de los empleados piensa que la IA modificará una tercera parte de sus procesos laborales.
POR: CARLOS MOTA
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