Legislar entre cuatro paredes no funciona. Las y los diputados de Morena en el Congreso de la Ciudad de México tenemos claro que debemos transformar nuestro quehacer, y que ello implica recorrer las calles todos los días y escuchar a la gente. Por eso sabemos que el impacto que generan las personas migrantes les preocupa mucho a las y los capitalinos.
De ahí la importancia del Foro “Movilidad Humana: Retos y Soluciones para la Ciudad de México”, que se llevó a cabo el lunes pasado en las instalaciones de la Comisión para Prevenir y Erradicar la Discriminación (COPRED), en el que tuve la oportunidad de compartir algunos datos relevantes.
Entre 2015 y 2020, alrededor de 560 mil personas salieron de la capital del país a radicar a otros estados de la República, mientras que cerca de 310 mil arribaron a esta metrópoli. Algo que se detectó fue el constante flujo de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, que provenían principalmente de Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia y Ecuador.
Pero este hecho no sólo ha aumentado, como lo reportó la Organización Internacional para las Migraciones, sino que ahora se presenta incluso de forma organizada, a través de las caravanas, que se integran por miles de personas de todas las edades, que entran por el sur de nuestro territorio con la intención de llegar a piso estadunidense.
No se nos puede olvidar el año 2018, cuando estas caravanas empezaron a aparecer bajo el lema “no nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza”. Esto es desgarrador porque en las caminatas de cientos de kilómetros van menores de edad y adultos mayores, debido a que las familias no se quieren separar.
Los mexicanos, que venimos desde abajo en la lucha social, nos organizamos para ayudar a estos caminantes con alimentos, agua y espacios donde pudieran dormir. Ese año hubo caravanas de hasta más de cuatro mil migrantes, por lo que el apoyo tenía que ser constante.
Hay que decir muy claro que el modelo neoliberal que afectó a nuestro país, también hizo lo mismo a las naciones hermanas. La desigualdad, la concentración de la riqueza y la falta de empleos fueron las constantes que originaron la migración, en busca de oportunidades.
Cuando llegó el gobierno de la Cuarta Transformación inició la búsqueda de soluciones a esta problemática, pero con una visión humanista. Las alternativas nacieron bajo la consideración que migrar es un derecho humano. Sin embargo, hacerlo en condiciones seguras es una responsabilidad de todos los niveles de gobierno.
Los retos de la movilidad humana son muchos. Por eso hago un llamado a dejar atrás los discursos de odio. Recordemos que la decisión de migrar no afecta nada más a quien decide dejar su patria, sino a su familia. Se migra porque la gente busca mejores condiciones de vida, que nadie lo olvide.
Eso lo tienen claro la Presidenta Claudia Sheinbaum, y la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, pues sus gobiernos actúan para cambiar la situación de las y los migrantes, lo que incluye estrategias bien definidas como el caso de los aranceles. Lo hacen bien, eso hay que aplaudirlo.
XÓCHITL BRAVO ESPINOSA
Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México
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EEZ