La reciente negociación entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, resultó en una pausa de 30 días en la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. Este acuerdo, logrado tras el compromiso de México de desplegar 10,000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera norte para combatir el tráfico de drogas y migrantes, ofrece una oportunidad crucial para que el país redefina su estrategia económica y comercial.?
La imposición de aranceles del 25% habría tenido consecuencias significativas para la economía mexicana. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2024, el 80% de las exportaciones mexicanas tuvo como destino Estados Unidos, representando aproximadamente 400,000 millones de dólares. Un arancel de esta magnitud podría haber reducido las exportaciones en un 10%, lo que equivaldría a una pérdida de 40 mil millones de dólares y una disminución del PIB nacional en alrededor del 2%.
La negociación liderada por Sheinbaum no solo evitó una crisis económica inmediata, sino también fortaleció la relación bilateral con Estados Unidos. El compromiso de desplegar 10,000 efectivos en la frontera demuestra la disposición de México para abordar preocupaciones compartidas, como el tráfico de drogas y la migración ilegal. Esta acción fue bien recibida por la administración estadounidense y sienta las bases para una colaboración más estrecha en temas de seguridad y comercio.
Este periodo de gracia brinda a México la oportunidad de implementar estrategias que reduzcan su dependencia económica de Estados Unidos y fortalezcan su posición en el comercio global. En los últimos años, México ha diversificado sus relaciones comerciales con países como Alemania, Brasil y Japón. En 2023, el comercio bilateral entre México y Alemania superó los 25,000 millones de dólares, consolidando a Alemania como el socio comercial más importante de México en Europa.
Asimismo, el intercambio con Brasil ha crecido un 15% en el último año, impulsado por sectores como la agroindustria y la manufactura. Japón, por su parte, se ha convertido en un mercado clave para las exportaciones automotrices mexicanas, alcanzando un valor de 15,000 millones de dólares en 2023.
En cuanto a China, la relación comercial sigue en ascenso, con un volumen de comercio que superó los 100,000 millones de dólares en 2023, convirtiéndose en el segundo socio comercial de México después de Estados Unidos. La inversión china en el país ha crecido en sectores como la tecnología y la manufactura, con empresas como Huawei y BYD. Sin embargo, persisten desafíos en materia de déficit comercial y dependencia tecnológica.
Con Rusia, las relaciones han sido más estratégicas que comerciales, aunque el intercambio en sectores como la energía y la industria farmacéutica ha ido en aumento. En 2023, las importaciones de fertilizantes rusos a México crecieron un 30%, fortaleciendo el sector agrícola nacional.
Invertir en investigación y desarrollo para crear productos con mayor valor agregado permitirá a México competir en mercados internacionales con productos diferenciados y de alta calidad. Asimismo, mejorar la infraestructura de transporte y logística facilitará el comercio con otros países y reducirá costos para los exportadores mexicanos.
La pausa en la imposición de aranceles es una victoria diplomática para México, pero también una llamada de atención sobre la necesidad de diversificar y fortalecer su economía. Es esencial que el gobierno, en colaboración con el sector privado, implemente estrategias que reduzcan la dependencia de un solo mercado y promuevan un crecimiento económico sostenible y resiliente.
Pero también es necesario preguntar: ¿hasta cuándo seguirá México bajo la amenaza de una política exterior estadounidense impredecible y coercitiva? ¿No debería Estados Unidos asumir su propia responsabilidad en la crisis migratoria y comercial en lugar de exigir medidas unilaterales a su vecino del sur?
POR TALYA ISCAN
CATEDRÁTICA FCPYS, UNAM, U. PANAMERICANA
@TALYAISCAN
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