La orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que prohibe la participación de atletas transgénero en los deportes femeniles, lleva a plantearnos qué pasará durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, dado que el Comité Olímpico Internacional (COI) abrió la puerta desde hace más de una década para que se integren a las competencias. En París 2024, el máximo organismo del deporte estuvo en la palestra por permitir que Imane Khelif, de Argelia, y Lin Yu-ting, de Taiwán, participaran en la rama femenil del boxeo, porque presentaron un pasaporte que las acreditaba como mujeres. En tanto que la Federación Internacional de Boxeo (FIB) alegaba que las pruebas que les había realizado indican que tienen cromosomas XY, por lo cual deberían competir en la rama varonil.
La orden titulada “Mantener a los hombres fuera de los deportes femeniles” otorga amplia libertad a las agencias federales, incluidos los departamentos de Justicia y Educación, para asegurar que las entidades que reciben dinero público, como escuelas (como las universidades) y asociaciones deportivas (como el Comité Olímpico de Estados Unidos), den cabal cumplimiento, y también le exige que los organismos deportivos privados se reúnan en la Casa Blanca para que el presidente pueda escuchar “las historias de atletas femeniles que han sufrido lesiones de por vida, han sido silenciadas y obligadas a bañarse con hombres y competir con ellos en campos deportivos de todo el país”.
¿Qué pasará cuando el COI permita la inscripción de personas transgénero de otros países o cuya identidad no cumpla con el mandato de Trump? ¿Las deportistas estadounidenses enfrentarán a mujeres transgénero en JO? El deporte olímpico es privado. El COI y los Comités Olímpicos Nacionales, así como las Federaciones, creados a imagen y semejanza, ponen sus propias reglas. Están acostumbrados a autoregularse y organizar esa fiesta privada llamadas Juegos Olímpicos, a las cuales invitan a participar a los países quienes deben ceñirse a sus regulaciones.
Recordemos que el COI dejó en manos de cada Federación Internacional la decisión de competir a personas transgénero o con desarrollo sexual deferenciado (DSD). No obstante, por su pugna política con la FIB, no respetó la decisión que este organismo tomó en el boxeo. Pero sí se ciñó cuando la Federación Internacional de Natación (World Aquatics) determinó impedir a las mujeres transgénero competir en la rama femenil (el caso de la nadadora estadounidense Lia Thomas de Penn State). La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) hizo lo mismo con personas DSD (caso de la velocista sudafricana Caster Semenya) y el COI estuvo de acuerdo. ¿Tendremos choque entre COI y gobierno de Estados Unidos?
POR BEATRIZ PEREYRA
COLABORADORA
Twitter: @beatrizapereyra
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