Columna Invitada

La falta de respeto de la película Emilia Pérez

La gente está exigiendo que les devuelvan el dinero que pagaron por ver esta película en el cine

La falta de respeto de la película Emilia Pérez
Mónica Salmón / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Como psicóloga, madre y mexicana, he escuchado innumerables testimonios de madres que buscan a sus hijos desaparecidos. No soy cineasta ni crítica de cine, pero siento una profunda indignación por la representación en la película Emilia Pérez. La inclusión de escenas que abordan la tragedia de los desaparecidos en México, sin ofrecer un cierre, empatía o respeto, me parece una falta grave de sensibilidad.

El señor Audiard no parte desde un lugar de empatía ni de propuesta; utiliza el dolor ajeno como simple relleno narrativo. Una madre entregando panfletos de su hijo desaparecido en un mercado, acompañada de una música que no la hace artística, la hace humanamente patética. Porque si al final de la película hubiese ofrecido parte de sus regalías para donarlas a esas madres que buscan a sus hijos, me hubiera quedado callada. Pero no tuvo la sensibilidad, y dudo que siquiera se le haya pasado por la mente.

Entiendo la indignación de la gente y las demandas presentadas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); es una burla que nadie que ame a México podría tolerar. La gente está exigiendo que les devuelvan el dinero que pagaron por ver esta película en el cine.

Además, Audiard ha realizado comentarios despectivos sobre el idioma español, refiriéndose a él como “un idioma de países emergentes, de países modestos, de gente pobre y migrantes”. Estas declaraciones no solo son ofensivas, sino que revelan una profunda ignorancia y han generado aún más rechazo entre el público mexicano.

Pero lo más grave es el uso superficial de una tragedia que sigue viva en México. Según cifras oficiales, hay más de 110 mil personas desaparecidas en el país, una crisis que ha dejado cicatrices imborrables en miles de familias. Las madres buscadoras, como se les conoce, son mujeres que han tomado en sus propias manos la labor de rastrear fosas clandestinas, recorrer desiertos y selvas, y enfrentar el peligro constante en su búsqueda incansable. Muchas de ellas han sido amenazadas o incluso asesinadas por atreverse a buscar la verdad sobre el paradero de sus hijos.

No hay un solo escenario en la película que represente la grandiosidad de México, la riqueza de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra música, nuestra gente. Señor Audiard: México es mucho más que sus narcos. Somos esta patria querida, que el cielo un soldado en cada hijo le dio.

Podría bien decírselo en inglés, también en francés, ya que yo sí hablo los tres idiomas bien, y le aseguro que en ninguno de ellos se puede expresar mejor que en español: 

¡Más respeto y tantita madre, cabrón!

POR MÓNICA SALMÓN

@MONICASALMON_

PAL

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