La derrota contra el Atlético de San Luis no ha sido el detonante de la crisis de las Chivas que los tiene, no solamente en la décima posición de la tabla general del Torneo Clausura 2025, sino, además, con una profunda falta de identidad con muchos de sus aficionados rojiblancos.
Los españoles que dejó Fernando Hierro no han hecho más que destrozar lo que debería ser uno de los proyectos más exitosos en el futbol mexicano.
Tampoco es que los directores deportivos, que estuvieron antes, hicieran las cosas de manera maravillosa.
Sin embargo, lo que hoy apreciamos en el Guadalajara es lo más bajo a lo que ha caído la escuadra tapatía durante mucho tiempo.
Si a eso se le suma la desilusión que ha generado, en mucha de su afición, el malísimo rendimiento de Javier Hernández, el resultado es terrible, y el propietario Amaury Vergara parece no hacer nada .
Porque esa imagen de Hernández festejando su segundo gol en Liga, desde que regresó a Chivas, callando a la gente, es una clara muestra de lo desubicado que está.
Y si el que se supone es tu líder está desubicado, qué se puede esperar de los demás.
Por eso Alan Mozo hace lo que quiere, por eso El Piojo Alvarado lanza petardos, y por eso no están llegando los resultados.
Óscar García Junyent ha demostrado, en este tiempo, que es más un barra brava que un entrenador de futbol.
Y no se ve que el director técnico ibérico pueda levantar a este Guadalajara, porque todo viene mal de origen, desde la conformación del equipo, desde la estadía de los españoles y desde que el dueño permitió que Fernando Hierro le viera la cara.
Esta vez son más los aficionados del club rojiblanco que se avergüenzan de su equipo, y eso para una institución del tamaño del Guadalajara es uno de los peores golpes que pueda recibir.
La grandeza de este equipo se ha quedado en las anécdotas de las figuras, como Chava Reyes, Tubo Gómez o El Tigre Sepúlveda.
Pero los nuevos aficionados ya no solamente quieren que les cuenten de aquel Campeonísimo que domino el futbol mexicano en blanco y negro.
La afición quiere que el equipo, al que les enseñaron a seguir, sea ganador.
Los nuevos aficionados de Chivas ya no quieren solamente festejar los títulos por llenar aeropuertos, hoteles y ser los más fieles, quieren el título de Liga, ese que el americanismo les ha restregado en la cara los últimos tres torneos sin que puedan hacer algo.
Las Chivas se han devaluado, y lo peor es que no se ve para cuando se puedan levantar, porque su directiva no quiera hacer nada para hacerlo… Pobres Chivas.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
MAAZ