La industria de la construcción en México enfrenta desafíos significativos, como los aranceles al acero y aluminio impuestos por Estados Unidos, la incertidumbre por la transición gubernamental y su inevitable impacto con la suspensión en obras públicas. Sin embargo, el país tiene la oportunidad de convertir estos retos en crecimiento mediante la innovación, la inversión en infraestructura y el fortalecimiento del sector energético y de salud.
México posee una ingeniería de primer nivel, capaz de abordar cualquier desafío técnico con soluciones innovadoras. Ejemplos de ello son proyectos de relevancia internacional como la Torre Reforma en Ciudad de México, un referente en diseño arquitectónico y estructural; el Puente Baluarte, uno de los puentes atirantados más altos del mundo; y el segundo piso del Periférico, que demuestra la capacidad de la ingeniería mexicana para desarrollar infraestructura urbana de gran complejidad.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha delineado un ambicioso programa de infraestructura que incluye el Tren México-Querétaro, cuya construcción comenzará en 2025, así como la modernización de 263 kilómetros de carreteras con una inversión de 150 mil millones de pesos. Además, se planea la edificación de más de un millón de viviendas sociales, una medida que impulsará al sector y atenderá el déficit habitacional.
En el sector salud, se ha anunciado una inversión de 6,300 millones de pesos para el programa "La Clínica es Nuestra", destinado a mejorar 565 centros de salud del ISSSTE y del IMSS Bienestar. Este programa busca una intervención de mil 805 consultorios, asignando recursos para obras de infraestructura y adquisición de equipo médico.
El fenómeno del nearshoring representa una oportunidad histórica. Con más de 400 proyectos de inversión en puerta, la demanda de naves industriales, oficinas y desarrollos urbanos está en auge, consolidando a México como un polo clave para la industria. Aquí es donde la ingeniería mexicana puede marcar la diferencia, ofreciendo soluciones innovadoras en construcción modular, eficiencia energética y materiales sustentables.
En el ámbito energético, la reforma que devuelve a Pemex y CFE su carácter de empresas públicas estratégicas es esencial para garantizar energía asequible y estable. Pemex ha delineado un plan de inversión 2025-2030, mientras que la CFE destinará 23,400 millones de dólares a fortalecer la generación y distribución eléctrica en el país.
La capacidad de la ingeniería mexicana no solo se ha probado en grandes proyectos nacionales, sino también en la participación de empresas mexicanas en obras internacionales, desde la construcción de túneles en Centroamérica hasta proyectos de infraestructura en Medio Oriente. Esto demuestra que el talento mexicano es altamente competitivo a nivel global.
El sector de la construcción tiene dos caminos: estancarse o aprovechar este momento para fortalecerse. La clave será la colaboración entre el gobierno y la iniciativa privada, garantizando estabilidad en las inversiones y promoviendo el uso de insumos nacionales. México tiene la capacidad de superar cualquier reto, siempre que tenga la visión y determinación para construir su futuro.
POR ING. DAVID RICARDO RODRÍGUEZ GODOY
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@DAVIDRODZG
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