Para diseñar una buena receta contra la violencia se debe partir de las experiencias fatales que ha tenido la cocina mexicana en materia de políticas de seguridad. En esta columna analizaremos los problemas más importantes que ha tenido el Estado mexicano en las últimas tres décadas.
Creer en un estratega único. Abandonar toda la estrategia de seguridad en una sola persona es un grave error, como Felipe Calderón Hinojosa, al dejarle la mayor parte de ella a Genaro García Luna. Calderón desconoció las advertencias sobre García Luna que Eduardo Medina Mora y Guillermo Valdés lanzaron contra él. O peor, creer que uno es el gran estratega. Ese fue el gran problema de Calderón.
Nombrar a un político como estratega. Enrique Peña Nieto cometió el error al dejarle toda la reorganización y presupuesto de la seguridad a un político sin experiencia nacional como Miguel Ángel Osorio Chong, quien quería ser candidato. También, Andrés Manuel López Obrador cometió el error de nombrar al inicio de su administración a un político, Alfonso Durazo, sin experiencia en el tema y que se sabía que su objetivo era ganar una gubernatura.
Fomentar la competencia perversa en el gabinete. La competencia que generó Calderón entre los titulares de Sedena y Semar, así como entre el secretario de Seguridad y el Procurador, fue documentada por los cables diplomáticos del exembajador de EU, Carlos Pascual. El modelo de dos “super secretarios” de Peña Nieto también estropeó la estrategia de Osorio Chong, quien no recibió el presupuesto necesario de su adversario presidencial, el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Depender de las Fuerzas Armadas. Los valores, inteligencia, capacidades de logística y despliegue hacen indispensables a éstas para auxiliar a las instituciones civiles en materia de seguridad, pero no son las que diseñan y dirigen la estrategia. Ha sido un error mandar el mensaje de que el solo despliegue militar es suficiente para alcanzar la paz.
Despreciar y desobligar a los gobiernos locales. Estados y municipios son corresponsables de la seguridad pública, según la Constitución. Ha sido un error despreciar su apoyo y también quitarles la obligación de atender este problema.
Pactos de impunidad. La crisis en Sinaloa es producto del pacto político-criminal por tres décadas. Así en muchos otros estados.
Culpar al Tío Sam. EU tiene responsabilidad de los altos niveles de consumo de drogas y del tráfico de armas a México. Pero también compartimos responsabilidad del envío de fentanilo y de no controlar las aduanas para el acceso de precursores químicos y armas. En el tintero de este recetario se quedaron otras malas prácticas. Habrá una segunda parte.
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Agenda estratégica: La Reunión de Embajadores y Cónsules (REC) en la SRE es el evento oficial más importante de arranque de año, sobre todo por los escenarios catastróficos y futuribles que se presentan con el gobierno de Trump y la geopolítica mundial.
POR: GERARDO RODRÍGUEZ
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MAAZ