Donald Trump, su discurso, oscila con demasiada frecuencia entre la mentira y la incongruencia, ambas aderezadas con la desmesura grandilocuente.
Una de sus mayores mentiras es la relativa a beneficiar con el aumento de aranceles a los consumidores estadounidenses. “En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, vamos a poner aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, dijo.
Pocas cosas más falsas que esa en el discurso de Trump. Los aranceles impuestos por su gobierno serían pagados principalmente por las empresas estadounidenses que importan bienes y que, naturalmente, repercutirían en los consumidores estadounidenses el aumento en sus costos.
Los economistas de Goldman Sachs dirigidos por Ronnie Walker y citados por Forbes, han proyectado que los precios de los bienes de consumo subirían un 0.1% por cada aumento porcentual de la tasa arancelaria efectiva y elevarían las tasas de inflación durante un año. Además del encarecimiento de los bienes importados, también es probable un aumento en el precio de los bienes nacionales, porque los fabricantes estadounidenses subirían «oportunistamente» sus precios para aprovechar que tienen menos competencia en el mercado.
Por su parte, el economista y Premio Nobel, Paul Krugman, aseguró que imponer aranceles a los productos canadienses y mexicanos, como ha anunciado el presidente de EU, es como arrojar arena a los engranajes del comercio y la fabricación internacionales, y calificó las políticas comerciales de Trump de destructivas y basadas en obsesiones personales.
Durante una entrevista con Bloomberg, el Nobel minimizó las afirmaciones del presidente respecto a que los aranceles son una jugada de ajedrez cuatridimensional para extraer nuevas concesiones de los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos. (La Jornada, 26/01/25)
No obstante, la política proteccionista sigue viento en popa y ahora con más fuerza, después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se confrontó con Donald Trump: -“Yo no estrecho mi mano con esclavistas blancos”, le dijo-, pero finalmente llegó a un acuerdo con el gobierno estadounidense para la repatriación de migrantes colombianos, después de que Trump amenazó con aranceles y otras medidas autoritarias.
Pese a las advertencias que llegan de diversos sectores -economistas, financieros y académicos, entre ellos-, Trump continúa alimentando la génesis de una guerra comercial, ante una sociedad estadounidense cuya porción mayoritaria le cree todo, incluso mentiras históricas como aquella de que 38 mil trabajadores de EU murieron en la construcción del Canal de Panamá, pese a que la cifra oficial de muertes de estadounidenses ahí fue de ¡350! Y la cifra total de trabajadores fallecidos por malaria, fiebre amarilla y accidentes laborales fue de cinco mil 611.
Y a todo esto, ¿impondrá Trump este sábado 1 de febrero aranceles a productos de México? Quizá sí y quizá no. Ya se verá.
PLUS ONLINE: LA IRRUPCION DE DEEPSEEK
Mientras Donald Trump ponía en jaque a Colombia e indirectamente a otros países con sus amenazas de aranceles, un chatbot de inteligencia artificial (IA) de origen chino irrumpió en el escenario cibernético y provocó en Wall Street el desplome accionario de gigantes tecnológicos como Nvidia, que sufrió la caída más grande en la historia del mercado accionario, unos 589 mil millones de dólares en un solo día.
DeepSeek -Búsqueda profunda en español- ofrece un potente modelo de IA de código abierto, lo cual lo hace susceptible de ser revisado, examinado y modificado en función de las necesidades de sus usuarios. El costo de su “entrenamiento” fue de 5.57 millones de dólares, sensiblemente más bajo respecto de otros modelos como el de OpenAI. (Por “entrenamiento” debe entenderse el proceso mediante el cual un modelo de IA aprende a realizar tareas específicas a partir de datos),
Con el lema de “Hacia lo desconocido” y su oferta de código abierto, bajos costos y gran eficiencia, los especialistas opinan que DeepSeek desafía la supremacía de los modelos estadounidenses, y su impacto en Wall Street es muy significativo.
Irónicamente, uno de los motores que impulsó el modelo chino fue la prohibición de Estados Unidos, entre 2023 y 2025, para suministrar a China equipos y programas vinculados con la IA, tales como chips y componentes para fabricar dispositivos electrónicos avanzados, equipos y tecnología relacionados con redes 5G, así como tecnología y componentes para supercomputadoras.
Con China y su potencia comercial y tecnológica, sí que Donald Trump tiene un verdadero desafío. No necesita inventarse adversarios y amenazas como el libre comercio y los inmigrantes que construyen riqueza en territorio de EU, aunque su presidente no lo entienda.
POR EDUARDO R. HUCHIM
COLABORADOR
@EDUARDORHUCHIM
MAAZ