Columna invitada

¿Hacia un nuevo mercado energético?

El último día del año ha traído la noticia de un probable cambio en el paradigma del mercado de energía mundial. Por un lado, hemos sido testigos de la disminución

¿Hacia un nuevo mercado energético?
Gustavo de Hoyos Walther / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El último día del año ha traído la noticia de un probable cambio en el paradigma del mercado de energía mundial. Por un lado, hemos sido testigos de la disminución de los precios del petróleo internacionales. Hay razones geopolíticas y económicas que pueden explicar esto. En primer lugar, hay un aumento de la demanda y un decremento de la oferta debido, en primer lugar, al comportamiento dispar de los dos colosos globales.

En el caso de China, este ha visto reducir su demanda debido primariamente a la transición energética y al patrón seguido últimamente por el mercado inmobiliario al interior del país. Estos cambios dentro de China hacen pensar que el gran gigante económico sobre la faz de la tierra no verá incrementado su demanda de energía en los próximos años.

Ahora bien, en contraposición a China, se espera que Estados Unidos pueda ser el futuro proveedor del gas esquisto en el mundo. La revolución del llamado fracking ha convertido a Estados Unidos de un consumidor de petróleo en un país que lo comenzará a exportar en grandes cantidades. Esto indudablemente tendrá repercusiones en la política del Medio Oriente, pues muchos de los países de la región han sido exportadores de petróleo y sus derivados pero ahora tendrán que adaptar sus economías a un nuevo paradigma del mercado energéticos.

Estas dos tendencias - la perdida de demanda china y el aumento de la producción estadounidense - hacen pensar que el precio del petróleo no crecerá sostenidamente en los próximos años.

En el caso del teatro europeo, las noticias de que ya no habrá suministro de gas hacia Europa a través de Ucrania trastornará ese mercado. Muchos países europeos deberán encontrar alternativas para abastecerse de gas en los siguientes meses. En cuanto a México, habrá que ver si será necesario un ajuste en el precio del petróleo internacional mexicano debido a estas macrotendencias globales. Afortunadamente, México ya no es un país dependiente en un gran porcentaje de sus exportaciones de petróleo como lo fue en los 70s y 80s. Está transformación del modelo fue resultado de una política deliberada para reconvertir industrialmente a México. Esto no estuvo tan mal.

Por ahora, la presidenta ha dicho - como lo hizo su antecesor - que no dejará que suba el precio de la gasolina. Esto es sin duda un buen deseo, pero no hay que olvidar que los precios de la gasolina se calculan de acuerdo a una serie de variables, la mayor parte de las cuales están fuera del control del gobierno.

Como quiera que sea, el mundo se encuentra inmerso en una serie de cambios que hay que considerar para ser capaces de conducir los destinos del país a buen puerto.

Gustavo de Hoyos Walther
Abogado y Diputado Federal

MAAZ

 

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