En una de sus columnas titulada: “¡Es la pobreza, estúpidos!” El Dr. Gerardo Esquivel, le atribuyó a la pobreza el que Morena hubiera ganado las elecciones presidenciales del 2018 y que en esta ocasión repitiera. De entre las razones que vierte señaló que el discurso político sobre qué hacer con la pobreza y cómo atenderla, fueron el punto de inflexión. Sin embargo, omite factores trascendentes.
Ya que el ADN político, siempre tuvo el discurso de las vejaciones y abusos sufridas por nuestra patria, lo que dio una permanente inspiración discursiva de las facciones políticas mexicanas, centradas en la revolución mexicana de 1910, hasta la llegada del salinismo. Y sí, como pueden adivinar, el movimiento revolucionario, fue el resultado de la pobreza y sometimiento; así que la carencia, siempre ha aportado una plataforma inacabable para cualquier partido.
Probablemente se olvidó de algunas otras razones, y eso me remite entonces, a un libro bastante curioso, cuyo título enarbola muchos de nuestros defectos y virtudes, publicado en 1965: “El mexicano enano”, de Oscar Monroy, es una referencia que poco a variado en nuestra convivencia mexicana.
Un pequeño fragmento, puede ayudarnos a reflexionar, otras de las motivaciones de un pueblo tan diverso. Aquí el texto: “En este México lindo y muy herido convergen una serie de núcleos sociales muy diversos y antagonistas entre sí. Es decir, este país lo forman personas que van desde los más virtuosos y brillantes hasta los paupérrimos y nefastos, pasando por los tibios y conformistas.
En un mismo lugar tenemos gente apasionada, trabajadora, idealista, amantes de la mejora continua tanto en lo físico como en lo intelectual, pero también tenemos un grupo que crece más rápido que el otro, de personas que no les interesa superarse y menos servir a la patria. A esa gente le dedicaré las Alegorías de este día: al mexicano enano.”
Me quiero referir a ello, puesto que señalar que la estrechez económica de México dio paso al poder de un determinado grupo político es inexacto, debido a muchas otras posibilidades que se dieron en el camino; bajo una multitud de situaciones y de intereses que dan y quitan el poder.
Si efectivamente, como dice el citado autor; el discurso sobre atender las causas de la carencia inclina la balanza, ello quiere decir que, en un futuro, no muy lejano, esto podría revertirse; ya que se avecina un factor que podría hundir a millones de mexicanos en las carencias que sufrieron sus padres, madres, abuelos, abuelas, etc.
La posibilidad de este suceso se basa en que el esfuerzo, como virtud para salir de la pobreza, se ha socavado. Los méritos, habilidades laborales y educativas que dieron la oportunidad de escalar social, cultural y económicamente; hoy se defenestran.
Entender eso es suficiente para completar la visión de la política, pues es deber, ayudar a millones de mexicanos, quienes efectivamente necesitan un empuje para salir del hoyo peligroso que es la miseria, pero igual de relevante, es que paralelamente debe evitar el deterioro de aquel sector que logró salir sin ayuda gubernamental, con base en la interacción de conocimientos y el intercambio en tiempo real de millones de formas del quehacer humano en el planeta.
Digamos lo siguiente: no se debería empobrecer a la clase media, y es que si se observa de cerca, el deterioro del poder adquisitivo se ha incrementado en un gran porcentaje; lo que puede llegar a representar un incremento de personas en situación de “nueva” pobreza, a quienes no les será suficiente un programa social, cuando provienen de un escalón donde conocieron la bonanza y la reinterpretación de lo que significa vivir dignamente, por lo que no se rendirán ante las expectativas de una vida mediocremente llevadera.
No obviemos que el cierre de organismos autónomos y la reforma judicial, llevarán a la calle a miles de personas, que no necesariamente podrán integrarse a las filas del empleo productivo privado, y menos si dejamos atrás el T- MEC, que arrastrará otros tantos empleos.
Así que, se debe entender, no sólo a la pobreza, sino al miedo que va creciendo de forma exponencial entre las personas trabajadoras que ven aproximarse la desaparición de sus fuentes de empleo y sus posibilidades de adquisición y permanencia de su patrimonio, también es una tema.
Cierro diciendo que se han olvidado de esta narrativa sobre la potencialidad. El yin y yang; que representa el eslabón perdido para que México crezca de manera convergente.
Quiero pensar que la mayoría de los mexicanos y mexicanas cantan el mismo Himno Nacional y aman la ceremonia del “Grito de independencia”, o ¿no? Seguramente hay formas de integrarnos a este proyecto llamado Nación.
POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB
EEZ