Situaciones antagónicas viven los dos clubes regiomontanos. Tigres se deshizo de Robert Dante Siboldi antes de arrancar el campeonato. Un entrenador que si bien, calificó a Tigres a dos finales, con saldo de una ganada y otra derrota, su desempeño iba en franco declive, aunque la noble afición de los universitarios considere que se le ha pisoteado por la manera de abandonar el barco.
Si las turbias formas que expuso el uruguayo son verdaderas y éstas son comprobadas, se tienen que ir todos en carácter inmediato e irrevocable.
Muy fácil es decirle a cualquier estratega, y más que ya no contaba con contrato, nos arrepentimos de lo que declaramos semanas antes y tu proyecto terminó, en vez de, supuestamente, inventar una historia difamatoria de amaño de cotejo, quizá la más delicada en el mundo del futbol.
Pero si nos ceñimos exclusivamente a los números, en el torneo donde la U. de Nuevo León se alzó como monarca ante Chivas, recibió un gol en promedio por partido, realidad impresentable, porque la defensa había sido su fortaleza.
En el siguiente torneo pese a llegar a la final, se elevó un poco más y nadie cambió nada, hasta derivar en ser la peor de los últimos 15 años. Tan sólo en fase regular, se tragó 23 goles en 17 partidos. La directiva hizo bien en no confiarle su destino a un entrenador cuya autocrítica fue desvaneciéndose más con cada derrota. Cuando llegó, parecía podría cambiar el destino y se terminó convirtiendo en uno más.
El Monterrey se tardó en despedir a Fernando Ortiz, un tipo tan educado como malo para disputar fases finales. Con América y Monterrey denotó no saberle nada al sistema de competencia y terminó teniendo derrotas inverosímiles. Registró un 61 por ciento de efectividad, pero su funcionamiento cada vez iba a la baja, aspecto indispensable en una escuadra que tiene jugadores espectaculares.
El único pecado de la directiva fue que se tardó en cortar este proceso, y ahora ya tiene el tiempo encima en un certamen empezado. Esteban Andrada, procedente del Boca Juniors, no es necesario que le explique de qué club se trata en el mundo.
Gerardo Arteaga, Héctor Moreno, Víctor Guzmán y Erick Aguirre, todos seleccionados mexicanos. Stefan Medina, colombiano, Sebastián Vegas ha llegado a representar a Chile.
En la media Sergio Canales, Oliver Torres y Jesús Corona desempacados de la liga española. Maxi Meza ya se fue, pero mundialista argentino. Jordi Cortizo, a la selección, y Johan Rojas una de las máximas promesas colombianas, y en la delantera, un Germán Berterame que también es candidato a representarnos.
Es una locura de equipo, que tan sólo con una buena planeación, pudiera ganarlo todo. Se tienen que dedicar a dejar de compararse con el de enfrente, y confiar en la capacidad de su plantilla, de dimensiones exorbitantes. Contrastantes realidades, aunque La Pandilla tiene todo para revertir su gris forma de juego.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
MAAZ