Imagina que te encuentras en el vibrante y caótico futuro representado en la película El Quinto Elemento (1997), dirigida por Luc Besson y protagonizada por Bruce Willis y Milla Jovovich. En una de sus escenas más icónicas, vemos un taxi aéreo navegando de manera autónoma por los cielos congestionados de una ciudad futurista. Este vehículo no solo evoca la fantasía de un futuro lejano… Hoy en día es una visión que se está materializando. Muchas empresas en todo el mundo ya están trabajando en vehículos autónomos y eléctricos.
Esta imagen futurista no es solo ciencia ficción; es un reflejo de cómo las industrias creativas, especialmente el séptimo arte y recientemente la industria de los videojuegos, están transformando sectores tan tradicionales como la industria automotriz.
La industria automotriz ha sido siempre pionera en adoptar la tecnología y la innovación. Desde los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés) hasta el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos, esta industria ha transformado continuamente nuestra experiencia al volante. Ahora, una nueva tendencia está ganando velocidad en esta carrera hacia el futuro: la gamificación.
La gamificación, que está siendo vista ya por la Industria Nacional de Autopartes como una vertiente más de proveeduría para la industria automotriz, es el arte de aplicar elementos de juego, como puntos, niveles, desafíos y recompensas, en contextos no relacionados con el juego. Esta táctica ha demostrado ser exitosa en una variedad de sectores, desde la educación hasta la productividad en el lugar de trabajo. ¿Por qué no llevar la emoción de los juegos a nuestros recorridos en coche?
La gamificación ya está revolucionando la forma en que interactuamos con nuestros vehículos y cómo estos responden a nuestras necesidades. Por ejemplo, los simuladores gamificados podrían transformar la formación de conductores en una experiencia emocionante, mientras que los pasajeros también podrían participar en módulos interactivos para comprender las reglas de seguridad y ayudar en las tareas de navegación.
Además, la gamificación puede ser una herramienta poderosa para promover la conducción ecológica. Un sistema podría recompensar a los conductores y pasajeros por mantener hábitos eficientes, como el uso óptimo del aire acondicionado o la reducción de desperdicios mediante el uso correcto de las instalaciones del vehículo. Estos puntos podrían traducirse en beneficios reales, inspirando a todos en el vehículo a ser más conscientes del medio ambiente.
Otro ejemplo es cómo la gamificación puede mejorar la gestión del tráfico. Un sistema gamificado podría involucrar a los pasajeros en la adhesión a las normas de tráfico. Juegos que eduquen a los pasajeros sobre las señales de tráfico, las normas de seguridad vial y la importancia de los cinturones de seguridad podrían fomentar un sentido de responsabilidad colectiva, haciendo los viajes más seguros.
La industria automotriz también está explorando cómo la gamificación puede mejorar la experiencia del usuario en el vehículo. Desde entornos digitales personalizables que imitan videojuegos populares hasta asistentes virtuales que celebran los hitos de tu viaje, las oportunidades para elevar la experiencia a bordo son infinitas. Esto no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que también fideliza a los usuarios a largo plazo.
Un caso destacado de gamificación en la industria es el "Speed Camera Lottery", un proyecto que transformó la manera en que los conductores perciben el respeto a los límites de velocidad. El sistema recompensaba a aquellos que respetaban los límites, participando en una lotería en la que podían ganar premios. Esta iniciativa no solo redujo significativamente la velocidad promedio de los conductores, sino que también aumentó la responsabilidad civil donde se implementó.
La convergencia de la tecnología y la gamificación en la industria automotriz ofrece un espacio para que los proveedores de primer nivel desarrollen nuevas formas de productos y servicios. No solo estamos hablando de mejorar la experiencia del usuario, sino de crear un vínculo más fuerte y duradero con los conductores.
La industria automotriz, al adoptar principios de gamificación y tecnologías digitales avanzadas, no solo está mejorando la experiencia del conductor y del pasajero, sino que también está impulsando estrategias de responsabilidad social al impulsar mediante la gamificación una mejor conducción y mayor civilidad al volante. Este es un nuevo capítulo en la historia de la industria automotriz, uno en el que la diversión y la tecnología van de la mano hacia un futuro más conectado y divertido. Sobre esto, recuerdo las palabras de Shigeru Miyamoto, el legendario creador de videojuegos, quien decía: "¿Te han dicho que los videojuegos son malos para ti? Eso es lo que decían del rock and roll."
Por: Francisco González Díaz
Presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes
