SE TENÍA QUE DECIR

Candidatos Miss Simpatía

Los resultados del 2 de junio muestran que las redes y campañas de marketing no garantizan triunfos

Candidatos Miss Simpatía
Marisol Cuecapan / Se tenía que decir / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

La aparición de la “nueva política mexicana”, encabezada por los candidatos de Movimiento Ciudadano, me hizo recordar la película de “Miss Simpatía”, aquella en la cual Sandra Bullock interpreta a un agente encubierto que debe ingresar al concurso de belleza “Miss Estados Unidos” para lograr descifrar una serie de delitos relacionados con dicho concurso.

Para ello, Bullock tiene que sufrir toda una transformación, que incluye un cambio de look total y comportamientos, a fin de garantizar su paso a la semifinal del concurso de belleza, lo cual logra hacer, no siendo ganadora del mismo, pero obteniendo el título de Miss Simpatía, por su carisma.

En la pasada contienda electoral, se pudo notar la presencia de un candidato “Miss Simpatía”, Jorge Máynez, abanderado de Movimiento Ciudadano, que si bien sabíamos, no contaba con posibilidades reales de convertirse en ganador, lo cierto es que logró generar simpatía entre el electorado, pero no gracias a sus proyectos o propuestas, sino a una estrategia de “marketing” que incluyó un cambio de imagen y canciones pegajosas parecidas a los “jingles” de cualquier marca comercial.

De igual modo, para Mariana Rodríguez no resultó dicha estrategia, ya que a pesar de sus tres millones de seguidores en Instagram y canciones como “Lo nuevo”, “Monterrey querido” y “Ponte nuevo, Nuevo León”, no logró el triunfo para ocupar la alcaldía de Monterrey.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que ambos candidatos apostaron por posicionarse en las mentes más jóvenes e incluso de las infancias para ganar electores dentro de seis años. El camino apenas empieza y podemos ver ya un interés por ganarse estos votos; es, pues, una apuesta de largo plazo. 

Los resultados de los pasados comicios, nos demuestran que las redes sociales, seguidores, vistas y campañas de “marketing” no garantizan los triunfos, deben existir propuestas sólidas que incentiven al electorado a asistir a las urnas y votar por el candidato de su elección.

De igual modo, nos demostró cómo un candidato puede ir bajando sus grados de popularidad conforme se acerca la elección, tal como ocurrió con Xóchitl Gálvez quien, de tener diversos simpatizantes, terminó derrotada con una brutal diferencia de 19 millones de votos. Tratándose de elecciones presidenciales debemos tener en cuenta que la Ciudad de México no lo es todo, y que las redes sociales no configuran totalmente el escenario político.

Si bien no puede evitarse la aparición de candidatos simpatía, lo cierto es que la ciudadanía tiene en sus manos el evitar que dichos personajes ganen espacios políticos y que se comprometan a ofrecer verdaderas propuestas que resuelvan las demandas más sentidas que tenemos como sociedad.

Este proceso electoral nos deja como lección que los “likes” no son iguales a votos en las urnas, que la ciudadanía no puede ser reducida al manejo de las redes sociales y que el pueblo exige más que simpatía.

POR MARISOL CUECAPAN ROMERO

COLABORADORA

@marisolcuecapan

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