Portazo

Figuras decorativas y anexas

Cuando las reglas del juego (o del sistema) eran distintas, la secretaría de Gobernación

Figuras decorativas y anexas
Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Cuando las reglas del juego (o del sistema) eran distintas, la secretaría de Gobernación era omnipresente y agrupaba todas las funciones de la operación del gobierno y hasta del Estado, como la seguridad nacional. Tenía a su cargo la inteligencia, la policía política, el equilibrio con los medios de información, la interlocución con las demás fuerzas (cuando había) y hasta el sutil manejo con las iglesias y los partidos políticos.

El secretario de Gobernación era poderoso por consecuencia inevitable del cargo. Por eso fueron presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Parece una obviedad, pero se gobernaba con la secretaría de Bucareli. El presidente se quitaba los problemas de encima. Alguien resolvía (o revolvía) desde allí.

Pero después del desastre peñista, con M.A. Osorio, el neo sistema desmanteló la secretaría operativa y presupuestariamente. Olga Sánchez Cordero y Luisa María Alcalde, fueron simples ornamentos para presumir el conveniente feminismo y la paridad. Adán Augusto fue apenas un precandidato incapaz de aprovechar la posición para lograr sus ambiciones. Las reglas y funciones son distintas. Las relaciones con las iglesias han perdido peso y necesidad. Y en cuanto a la población y la migración, lo básico se maneja desde Washington. Los gobiernos estatales son sumisas dependencias de Morena.

Por eso la futura secretaria de Gobernación, Rosa Icela, llega a un campo yermo. Las funciones de seguridad (tan insuficientes en el gobierno del cual forma parte), están en otra parte. Los militares actúan en demasiadas áreas. La inteligencia se maneja desde el Palacio Nacional a través del verde olivo.

Por eso la Secretaría de Seguridad, pronto en manos de Omar García Harfuch, tendrá muy poca materia. Los militares controlarán la Guardia Nacional y las funciones de la SSC estarán tan disminuidas como nunca antes, porque otra de sus responsabilidades, delinear la estrategia de contra el crimen organizado, ya ha sido anunciada por la futura presidenta como una de sus potestades en la línea de la continuidad sin cambio.

Abrazos; no balazos

Omar —cuya apostura era parte de la apuesta para ganar la elección en la CDMX, con el voto femenino— será tan decorativo como nunca antes.

Hoy por hoy la súper secretaría ya no es Gobernación. Ni tampoco la alguna vez poderosa SS.

La actual joya de la corona, el diamante del cetro, la cereza del pastel o la herramienta fundamental para la operación del régimen es la Secretaría del Bienestar desde donde se obtuvieron muy buena parte de los 35 millones de votos agradecidos.

Ariadna Montiel es la turbina del avión presidencial. De su secretaría y los programas socio electorales depende la permanencia de Morena otro sexenio en el poder. Lo veremos.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

MAAZ

 

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