Sin duda uno de los principales retos que enfrentará la administración de Claudia Sheinbaum, será definir el modelo y objetivos de la Comunicación, que se instrumentará a lo largo del próximo sexenio.
Considerando que a lo largo de los últimos seis años, la relación de la administración federal con los medios, se basó en una herramienta y canal generado a través de la conferencia mañanera, que estableció mediante la participación de un solo vocero o actor, que fue el Presidente Andrés López Obrador, por medio de constantes criticas, y la denostación de directivos, lideres de opinión, e incluso de muchos reporteros, y los mismos medios, ir construyendo una confianza con la población mediante un lenguaje sencillo y directo, que permitió tener altos niveles de aceptación y popularidad, para el primer mandatario.
Hoy, el modelo se agota, y ante la falta de resultados en las ultimas semanas, la imagen del Presidente ha comenzado a sentir los efectos de asumir todos los mensajes en un solo actor.
Claudia Sheinbaum ha dejado entrever un nuevo modelo, en el que la Primera Mandataria tendrá una participación moderada, dos o tres veces a la semana, mediante una conferencia de prensa, en un esquema tradicional de exposición de temas de coyuntura, y pasando a una sesión de preguntas y respuestas, involucrando a integrantes de su gabinete, o del equipo de transición, lo que deja ver que las dependencias, podrán tomar la vocería en los temas que le correspondan, sin que todos los puntos de interés recaigan en un solo personaje.
La labor no es sencilla, considerando que se debe iniciar con la conformación de equipos con experiencia, y capacidad de operación, para lo que se requieren perfiles con amplio conocimiento y experiencia, en la comunicación política y social, en medios tradicionales y digitales; Contemplar el diseño de estrategias sectoriales, definiendo los procesos de la comunicación, sustentados en investigación y el diseño de programas y acciones, que deberán llevar a cabo cada una de las principales dependencias que conforman el Gabinete Presidencial.
No será sencillo, definir voceros y determinar si la comunicación será pasiva, agresiva, o una mezcla de ambas, partiendo de que indistintamente deberá garantizarse la asertividad de la misma en la operación diaria, para lograr que los mensajes generen un impacto en la población.
Será importante contemplar un cambio de visión que permita, ante las constantes crisis que ya se han comenzado a registrar, se logre tener un control de cada situación, que permita capitalizar las acciones, y lograr transformar las crisis en oportunidades.
POR FERNANDO ANTONIO MORA GUILLÉN
Maestro en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana / Presidente de la Fundación Fernando Mora Gómez para la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información.
X: @Fernando_MoraG
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