COLUMNA INVITADA

La sociedad civil organizada también es contrapeso

Las y los ciudadanos debemos de tener una participación activa, estratégica y corresponsable para aspirar a un México más justo.

La sociedad civil organizada también es contrapeso

Ante el escenario que dejaron los resultados de las recientes elecciones en México, analistas políticos han concluido que actualmente no existe una oposición sólida, estratégica y organizada. Algunos de ellos dicen que no tiene rumbo ni una propuesta concreta, incluso que es ajena a la realidad social.

Pero ¿qué es y quién integra a la oposición?

En un país como México, generalmente asociamos el ámbito público como un espacio exclusivo de la política tradicional, organizada y dirigida por partidos políticos, en el que sus integrantes dirigen el rumbo del país.

Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG 2021), el nivel de confianza de la sociedad en partidos políticos es tan solo del 27.9%. Entonces, hemos asumido -seguramente con inconformidad, pero asumido- el juego político, delegando la totalidad de la responsabilidad: es más cómodo culpar al otro.

Y no se me mal interprete, es nuestro deber señalar, cuestionar, exigir cuentas, pero también participar activamente en la solución de los problemas que nos aquejan, tomar las riendas de nuestro país. La ciudadanía es y tiene que ser el contrapeso esencial frente al poder político.

Las y los ciudadanos debemos de tener una participación activa, estratégica y corresponsable para aspirar a un México más justo. La sociedad civil organizada es crucial para impulsar la promoción de los derechos humanos, fomentar la justicia social, democracia y rendición de cuentas.

Su ímpetu ha resultado en movimientos de conciencia colectiva, reconocimiento de derechos y derrocamiento de poderes totalitarios. Sin embargo, a pesar de que en los últimos años ha incrementado la noción de que el poder se ha monopolizado, el crecimiento de organizaciones de la sociedad civil ha sido mínimo; de acuerdo con el Compendio Estadístico del sector no lucrativo 2023 del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), del 2019 al 2023 tan solo se registraron 3,285 nuevas OSC en todo México (de 44,750 en 2019 a 48,035 en 2023). Campeche en un extremo con tan solo 283 y Ciudad de México con 10,012.

Tomando como base esos datos, existen alrededor de 38.1 organizaciones de la sociedad civil por cada 100 mil habitantes.

Si bien, las organizaciones de la sociedad civil no son la única alternativa para generar contrapesos, sí son un indicador del interés colectivo -o la falta de él- por involucrarse en la solución a las problemáticas que aquejan al país. A este contexto se suma que este tipo de organizaciones enfrentan desafíos significativos como estrictos requerimientos para su constitución, exceso de fiscalización y la falta de recursos.

En ese sentido, hoy más que nunca es de vital importancia asumir una corresponsabilidad en las políticas públicas. Esto no necesariamente se puede ver reflejado en constituir o colaborar en una organización de la sociedad civil, también puede implicar donar recursos económicos, materiales o incluso tiempo de voluntariado. Desafortunadamente, de acuerdo con los registros del CEMEFI, las organizaciones de la sociedad civil donatarias autorizadas prácticamente no reciben donativos en especie. Como ejemplo, en el 2022 solo recibieron 13%.

Ahora más que nunca es necesario fortalecer el espíritu de solidaridad y responsabilidad compartida como una herramienta crucial para contrarrestar las deficiencias del poder político. Si cada uno de nosotros nos involucráramos directamente en una causa social no solo lograríamos contrarrestar las deficiencias del gobierno, también generaríamos un tejido social más fuerte y un movimiento colectivo poderoso, catalizador de cambios profundos y duraderos.

Es nuestro derecho pero también deber cívico, te invito a impulsar una causa social, motivos hay de sobra: apoyo a centros de asistencia social, niñez migrante, maltratado animal, prevención de violencia familiar, reforestación, etc.

Este país requiere ciudadanas y ciudadanos comprometidos, con capacidad de influir positivamente en sus entornos e involucrar a otros. Otro ejemplo es el de Early Institute, organización enfocada en mejorar la salud; cuidado y educación; seguridad y protección de la vida de la primera infancia. Si empatizas con esta causa no dudes en buscarnos y sumarte de alguna forma Early Institute.

Valeria González Ruiz

Coordinadora de Vinculación e Incidencia en Políticas Públicas de Early Institute