Definiciones

Marko y ‘Alito’

Marko Cortés y Alejandro Moreno representan la destrucción del PAN y PRI. Ellos mandaron a la lona a sus partidos aferrándose a una alianza que nació muerta

Marko y ‘Alito’
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La mancuerna se empoderó mutuamente. Utilizaron la alianza para afianzarse en el control de sus respectivos partidos. Para ellos la derrota electoral no existió; se salieron con la suya. Ese fue siempre su objetivo.

Sus partidos viven el peor momento en décadas, pero a ellos no se les nota afligidos. Son los principales responsables políticos del fracaso del domingo 2 de junio, pero no se les ve asomo de vergüenza pública. No tienen ganas de hacerse a un lado, mucho menos de ceder el control de lo que consideran suyo. Se apropiaron de las dirigencias del PAN y PRI, y eso es para ellos -todavía- suficiente buen negocio.

Marko Cortés Alejandro Moreno representan la destrucción del PAN y PRI. Ellos mandaron a la lona a sus partidos aferrándose a una alianza que nació muerta. La unión de ambos dio la razón a López Obrador de que el PRIAN siempre fue lo mismo. Xóchitl Gálvez, a contracorriente y con un enorme esfuerzo intentó construir una alternativa que se recargara en la ciudadanía, pero nunca pudo desprenderse del desprestigio de ambos.

Los dos líderes partidistas tendrían que haberse echo a un lado la noche misma del fracaso. Lejos de eso, festinaron triunfos inexistentes y, sobre todo, celebraron su propia victoria. Ambos irán al Senado; se colocaron a la cabeza de las listas de sus partidos. Palomearon, además, todas y cada una de las candidaturas al Congreso y gubernaturas. Lo perdieron todo.

El PRI, que ha sufrido una desbandada, ya solo gobierna dos entidades: Durango y Coahuila. Y en ambos estados, los gobernadores están plegados al presidente y su 4T. Cuando ‘Alito’ llegó a la dirigencia nacional eran gobierno en más de 10 entidades, hoy son la cuarta fuerza territorial en el país, detrás de Morena, MC y PAN. Además, tendrán el grupo parlamentario en San Lázaro más raquítico en su historia: menos de 40 diputados. Los priistas obtuvieron menos votos que Jorge Álvarez Máynez en la elección presidencial. Están muertos desde 2018; ahora somos testigos del funeral.

En el PAN, la historia es parecida. Ya solo mantienen los gobiernos de Querétaro, Chihuahua, Aguascalientes y Guanajuato -único estado de los nueve que se disputaron, que ganaron el 2 de julio- y, en términos poblacionales, MC gobierna a más mexicanos en NL y Jalisco, que están bajo su dominio. Si no hay un giro radical, su extinción -como en el caso del PRI- será inevitable, ante un sistema de partidos que sufrió una fractura irreparable en los pasados comicios.

En el colmo del descaro, Marko y ‘Alito’ quieren seguir premiados.

El primero se ve a sí mismo coordinando a los panistas en el Senado. ¿Con qué liderazgo lo hará?

El segundo, estirando la liga para prolongar su presidencia en el PRI. ¿Con qué argumentos?

Si panistas y priistas les permiten seguir tomando decisiones, ambos pasarán a la historia como los enterradores de sus respectivos partidos. Y los tibios militantes que se los permitirán serán corresponsables.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM              

@MLOPEZSANMARTIN

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