Balones y pelotas

Luka Doncic: el futuro es ahora

Ha demostrado en tan solo 5 años de competir en la NBA que la inteligencia deportiva puede ser más que suficiente para competir contra los atletas más fuertes

Luka Doncic: el futuro es ahora
Tomás Lujambio / Balones y pelotas / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Son pocos los deportistas que logran revolucionar por completo el juego en el que se desempeñan. En el fútbol, Pep Guardiola redefinió la estrategia de posesión del balón, mientras que Stephen Curry obligó al mundo del baloncesto a reconsiderar su enfoque en torno a los tiros de tres puntos.

Sin embargo, hay otro basquetbolista que parece destinado a revolucionar el deporte por su forma tan peculiar de jugar: el base esloveno de los Dallas Mavericks, Luka Doncic. 

A pesar de no ser el más rápido ni el más físico de los basquetbolistas, Luka Doncic ha demostrado en tan solo 5 años de competir en la NBA que la inteligencia deportiva puede ser más que suficiente para competir contra los atletas más fuertes.

Su habilidad para leer las defensas, encontrar espacios y crear oportunidades para sus compañeros lo ha convertido en uno de los pasadores más efectivos de la liga. Además, su capacidad para tomar decisiones precisas bajo presión lo diferencia de muchos de sus contemporáneos y ha sido fundamental para llevar a los Mavericks a su primera final desde 2011.

No obstante, su estilo de juego ha generado controversia entre algunos críticos, quienes temen que su enfoque pueda alejar al baloncesto de su esencia tradicional. 

Pero, ¿en qué se distingue su forma tan auténtica de jugar? Antes de irrumpir en la NBA, Luka Doncic ya había dejado su huella en Europa, dominando la liga ACB con el Real Madrid y convirtiéndose en el MVP más joven de la Euroliga a la edad de 18 años.

Tras ser reclutado por los Dallas Mavericks, Doncic decidió prepararse para el desafío y visitar el centro de entrenamiento P3, reconocido por aplicar un enfoque científico que monitorea tecnológicamente los movimientos de los atletas para identificar tanto sus fortalezas como sus debilidades. 

En el caso específico de Doncic, los entrenadores y analistas de P3 identificaron que lo que más diferencia al esloveno de la competencia es su capacidad para desacelerar. Curiosamente, este estudio tecnológico de Doncic reveló que lo que algunos expertos identificaban como su peor cualidad, era en realidad su factor más determinante.

El mismo Doncic ha reconocido en público que reducir la velocidad de su jugada no sólo le permite desorientar a sus rivales norteamericanos (los cuales no están acostumbrados a la velocidad del esloveno) , sino que le concede más tiempo para analizar, pensar y ejecutar el movimiento ideal para cada circunstancia. 

Aunque haya críticos que no coinciden con la forma de jugar de Luka Doncic, su actual rendimiento demuestra que siempre se pueden encontrar estrategias novedosas para transformar condiciones automatizadas por el tiempo y la tradición.

Promediando 33.9 puntos, 9.8 rebotes y 9.2 asistencias por partido, solo es cuestión de tiempo para que el joven esloveno se afiance como una de las leyendas del baloncesto moderno. No obstante, para inscribir su nombre en los libros de historia, Doncic tendrá que superar un último obstáculo: la férrea defensa de los Boston Celtics. 

Por ahora, solo queda esperar que el tiempo sea gentil con aquellos que se atreven a reinventar las reglas del juego.

POR TOMÁS LUJAMBIO

EEZ

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