Definiciones

López-Gatell, en el basurero

Apestado hasta la ignominia, hace mucho tendría que estar en el banquillo de los acusados; enjuiciado

López-Gatell, en el basurero
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Desacreditado por sus propias mentiras, ligerezas y errores que costaron cientos de miles de vidas, Hugo López-Gatell es el mexicano que más muertes ha provocado en al menos un siglo. Apestado hasta la ignominia, el ex subsecretario de Salud hace mucho tendría que estar en el banquillo de los acusados; enjuiciado. 

Desconocido hasta hace cuatro años, cuando la pandemia de COVID lo puso bajo el reflector, acumuló un récord de mentiras y contradicciones difícil de igualar.

A partir del 28 de febrero de 2020, cuando se confirmó el primer caso de COVID-19 en México, no dejó de mentir.

El 29 de febrero de ese año, aseguró que el nuevo coronavirus era “indistinguible de un catarro”. Dos días después, el 2 de marzo, comenzó su batalla contra el cubrebocas: “los cubrebocas no sirven”. Al otro día, desinformó sobre la reconversión hospitalaria: “no hay necesidad de hospitales especiales”. Otra vez la realidad se impuso: en pocos meses, había decenas de hospitales dedicados a atender a pacientes con COVID.

El 24 de marzo recomendó, ante los primeros síntomas, no ir a hospitales para “no saturarlos”. Meses después supimos que 70% de quienes fueron a recibir atención médica, llegaron 12 días tarde en promedio, lo que aumentó su riesgo de morir.

El 20 de abril de 2020 decretó el inicio del aplanamiento de la curva. Cuatro días antes, el 16, se aventuró a pronosticar que para el 25 de junio la epidemia habría “concluido en el Valle de México”. Nada de eso sucedió.

El 1 de mayo de ese mismo año aseguró que el “pico” de la pandemia llegaría el 6 de ese mes “y después comenzará a descender”. Luego, el 11 de junio, estimó que el “pico” sería la semana del 15 de junio. Tampoco atinó.

El 4 de junio revisó sus pronósticos de muertes. Dijo que “el mínimo eran 6 mil, otro escenario era 8 mil, otro 12 mil 500, y teníamos así hasta 30 mil, e incluso un escenario muy catastrófico que podía llegar a 60 mil”. México superó las 800 mil muertes: 13 veces más que el escenario “catastrófico” mal pronosticado. Así de errático su rigor técnico.

La lista de mentiras es muy larga. Nada de lo que dijo ocurrió cuando lo dijo. 

No solo no ayudó; estorbó. Él fue el principal obstáculo para comprar con celeridad vacunas; tuvo que hacer el trabajo el equipo de Marcelo Ebrard en Cancillería. Se opuso a que se realizaran más pruebas de detección, una de las principales recomendaciones de la OMS durante la emergencia para detectar a pacientes contagiados.

Sus errores fueron incontables. Equivocó en cuanto dijo y mintió sin pudor.

Las palabras usadas con ligereza tienen consecuencias. En una pandemia, matan. Y él ha sido irresponsable con ellas. El informe de la Comisión independiente de Investigación sobre la pandemia de COVID-19 en México, dado a conocer hace unos días, evidencia nuevamente que la gestión fue tan inepta que llegó a lo criminal. 

Hoy López-Gatell, aún protegido por el presidente López Obrador que recién lo recontrató, está en el basurero de la historia. Pero ese lugar sigue siendo demasiado complaciente para él. Es mucho más de lo que merece. Más de 800 mil muertes después por la desastrosa gestión que hizo de la pandemia, tendría que estar tras las rejas.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM        

@MLOPEZSANMARTIN

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