A unas horas de que concluyan las campañas electorales donde habrán de elegirse miles de espacios de representación política y gobierno, ha quedado claro en las propuestas de candidatas y candidato a la Presidencia de la República, igual en diversos eventos que en el tercer debate, la prioridad que tiene en sus plataformas el tema de la vivienda en general y, muy particularmente, el papel central que ha de jugar el Infonavit para lograr importantes objetivos.
También habría que mencionar que algunos actores del sector e importantes agentes sociales y económicos -como la CANADEVI y la CMIC-, se conjuntaron para proponer públicamente su visión sobre la futura política nacional de vivienda. Se trata de un valioso aporte y de un legítimo esfuerzo que merecería ser aprovechado.
Para el Sector de los Trabajadores que integra -junto con empresarios y gobierno-, los órganos tripartitos de gobierno y de gestión a cargo de la Administración del Infonavit, ha resultado alentador por otra parte que las candidatas y el candidato presidenciales tengan claro el diagnóstico de la crítica situación por la que atraviesa la colocación de créditos hipotecarios para la adquisición de vivienda obrera, especialmente en los segmentos denominados como de vivienda económica y popular.
Tenemos así, en efecto, que según datos oficiales propios se dejaron de colocar 130 mil viviendas de este tipo entre el año 2019 y diciembre del 2023, mientras que en el año en curso se tiene registrado menos de 3 mil 500 de estas unidades, lo que supondría que, de no tomar medidas atinadas y eficaces estaríamos dejando de atender a 5.5 millones de trabajadores que ganan menos de doce mil pesos al mes en nuestro país, pese a satisfacer ya todos los requisitos para ser elegibles a un crédito.
¿Cómo pasar entonces de esta situación, a un escenario donde podríamos llegar a cumplir las ambiciosas metas en materia de vivienda el próximo sexenio propuestas, al menos, por las candidatas en contienda?
En el Sector de los Trabajadores estamos convencidos de que primero necesitamos ser más eficientes y rentables, incorporar inmediatamente cientos de miles de viviendas recuperadas a la oferta institucional y elevar los montos de crédito para las y los derechohabientes, impulsando, pues, oferta y demanda con las herramientas disponibles ya en el Instituto.
Es claro, sin embargo, que esto no sería suficiente para acercarnos al cumplimiento de nuestra obligación legal y constitucional. Necesitamos analizar todas las medidas propuestas, evaluando cuidadosamente los riesgos que inevitablemente conllevan para seguir cuidando la integridad y rentabilidad del Fondo Nacional de Vivienda, propiedad individual de los y las titulares de cada subcuenta de vivienda que lo integran.
Y necesitamos diseñar, ineludiblemente, un Plan Estratégico con visión al 2030 donde se introduzcan sistemática y responsablemente nuevas políticas, programas y acciones que lleven a cambios estructurales, incluyendo, desde luego, una nueva visión sobre la gestión del suelo que ha sido el gran factor ausente.
Sobre este y otros puntos es que versa la visión de El Infonavit que queremos las y los Trabajadores del que hablaremos aquí más adelante.
Maestro Mario Macías Robles
@MarioMaciasRobl
Director Sectorial de los Trabajadores del Infonavit
EEZ
