Mexicanos primero

Nuestros docentes saben lo que quieren para su formación continua

Un elemento motivador para la transformación de las prácticas docentes

Nuestros docentes saben lo que quieren para su formación continua
Antonio Villalpando Acuña / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La formación continua de las y los docentes (FCD) es un proceso permanente de aprendizaje y actualización profesional que permite a las y los maestros mejorar sus competencias, refinar sus habilidades y actualizar sus conocimientos para brindar una educación de calidad a sus estudiantes. Este proceso no se limita a la adquisición de nuevos conocimientos; también implica la reflexión sobre la práctica docente, la experimentación con nuevas metodologías y la búsqueda de soluciones a retos pedagógicos emergentes como las consecuencias de una pandemia, la interrupción del ciclo educativo, por el cambio climático o el acercamiento de la criminalidad hacia los planteles.

En México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) lleva a cabo anualmente una encuesta para detectar las necesidades de formación continua de docentes. Los resultados de la encuesta completa más reciente reafirman que las y los maestros mexicanos saben lo que requieren y que la FCD debe ser tratada como un componente esencial del sistema educativo nacional.

Un elemento motivador para la transformación de las prácticas docentes

Uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta es que el 94.8% de los docentes mexicanos consideran que los cursos o diplomados que han tomado en el contexto de su formación continua los han motivado a transformar su práctica. Este dato refleja el impacto positivo que la FCD puede tener en la calidad de la educación, ya que los docentes que se encuentran en constante actualización son más propensos a implementar metodologías innovadoras y estrategias de enseñanza efectivas que beneficien a sus alumnos.

La escuela al centro

La encuesta también revela que el 42.1% de los docentes mexicanos prefiere formarse en la escuela que en otros lugares. Esto sugiere que los docentes valoran la posibilidad de recibir formación continua en un entorno familiar y cercano a su práctica docente, donde puedan contar con el apoyo de sus colegas y directivos(as).

Necesidades específicas en educación especial e indígena

En cuanto a las necesidades específicas de formación continua, la encuesta destaca dos áreas prioritarias: la educación especial y la educación indígena.

En el caso de la educación especial, las dos estrategias más solicitadas por los docentes son:

Metodologías para la atención a los diversos tipos de discapacidad: esta solicitud refleja la necesidad de que cuenten con herramientas y recursos para atender de manera efectiva las necesidades educativas especiales, pues no es un misterio que en México hay una importante laguna no sólo en términos de las estrategias de atención, sino en la detección y caracterización de los tipos de discapacidad que experimentan quienes concurren en las escuelas mexicanas.

Diseño universal para el aprendizaje: este enfoque busca crear entornos de aprendizaje accesibles para todos los estudiantes, independientemente de sus características individuales. La demanda de formación en este tema indica el interés de los docentes por crear aulas inclusivas que favorezcan el aprendizaje. Aunque el enfoque es discutible precisamente por la divergencia en las necesidades de aprendizaje, esto revela el anhelo que tienen nuestros maestros y maestras de incluir a todas y todos sus alumnos en el proceso educativo.

En el caso de la educación indígena, las dos estrategias más solicitadas son:

Herramientas didácticas para la planeación en educación intercultural y crítica: pone de manifiesto la importancia de que docentes en contextos indígenas cuenten con acompañamiento y recursos para diseñar experiencias de aprendizaje relevantes, pertinentes y flexibles.

Instrumentos de evaluación contextualizados en educación indígena: la evaluación es un aspecto fundamental del proceso educativo, y en el caso de la educación indígena es crucial que se realice de manera contextualizada y tomando en cuenta las características culturales de estudiantes. La demanda de formación refleja la necesidad de las y los docentes de contar con herramientas para realizar evaluaciones justas y equitativas.

Conclusiones

Los resultados de la encuesta de la SEP sobre formación docente continua en México ofrecen un panorama alentador sobre el interés y la motivación de los docentes por mejorar sus competencias profesionales.

En Mexicanos Primero pensamos que hay que corresponder a ese interés incrementando los recursos que dedica el Estado mexicano–que en 2024 fue de tan sólo ¡96 pesos por docente!—, así como haciendo mejores preguntas sobre temas que no incluye la SEP en sus cuestionarios, como la retroalimentación que reciben las y los maestros por parte de directivos(as), familias y alumnos(as), detalles sobre los recursos de formación que han recibido, así como detalles sobre cómo mejorar su práctica en contextos inequitativos.

Hay mucho espacio para mejorar la formación continua. Hay que tomar esa oportunidad porque nuestros maestros(as) y estudiantes lo merecen.

POR ANTONIO VILLALPANDO-ACUÑA

PAL

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