Arrancaron las campañas electorales en México y, salvo su mejor opinión, el comienzo fue bastante predecible. Morena y Claudia Sheinbaum fueron al zócalo de la Ciudad de México, plaza tradicional del obradorismo, para demostrar su fortaleza. Xóchitl Gálvez llegó a Fresnillo, la ciudad más peligrosa de México, para poner a la seguridad como tema principal de campaña y Jorge Álvarez Máynez visitó Jalisco y Nuevo León, estados que Movimiento Ciudadano gobierna y en los que tiene una presencia importante.
Las ciudades aún no se llenan de propaganda, no hay tantos panorámicos ni anuncios en radio y televisión y los candidatos a las diputaciones federales y al senado apenas comienzan sus giras.
El ambiente de campaña aún no llega a los ciudadanos, pero, ¿a quién beneficia esto? La última encuesta de Poligrama rumbo a la presidencia muestra que Claudia Sheinbaum tiene una ventaja de aproximadamente 19 puntos sobre Xóchitl Gálvez. La candidata de Morena obtuvo el 51.6% de las simpatías por un 31.9% de la candidata opositora. Jorge Álvarez Máynez arranca con un 5.5% y el 11% se mantiene indeciso.
Es decir, los números siguen sin moverse desde la precampaña, muestra de la polarización que se vive entre quienes quieren que siga el obradorismo y quienes quieren que se vaya. Posturas muy definidas que hoy le dan una ventaja cómoda a la candidata de Morena.
Para Sheinbaum, serán unos largos tres meses en los que no debe de cometer errores. Errores políticos al interior de su proyecto, pero sobre todo, errores comunicacionales. Su reto: administrar la ventaja consolidando su voto y mantener la percepción de victoria.
En cambio Xóchitl sí debe de correr riesgos, dar un manotazo a la mesa y convencer a los votantes de que sí puede ganar. Ser una candidata “ciudadana” y no la candidata del PRI, el PAN y el PRD que tiene que defender a sus partidos. Además, entender que necesita de los votos de Morena para ganar. No basta con los opositores al gobierno.
Jorge Álvarez Máynez debe de elevar su nivel de conocimiento de manera urgente. La gente no vota por un candidato que no conoce y después de darse a conocer, convencer a quien no está con Morena, pero que tampoco con el PRI y el PAN, de que es una buena alternativa.
Estamos a unas semanas de que inicien las campañas a nivel local en gran parte del país. En ese momento, ahora sí, entraremos en modo campaña. Decenas de candidatos buscando conseguir el voto de la gente.
Hay dos opciones: que sea la campaña federal la que defina las elecciones local o que sean precisamente los municipios lo que terminen de fidelizar el voto presidencial.
¿Se podrán distinguir los candidatos entre ellos? No será sencillo con la cantidad de publicidad que estará en el ambiente. ¿Pueden cambiar las tendencias? Por supuesto, para eso son las campañas. ¿Qué tanto interés tendrá la gente en la elección? Eso lo veremos.
89 días, solo faltan 89 días.
POR PATRICIO MORELOS
PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY Y SOCIO DE POLIGRAMA
@PATOMORELOS
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