Columna Invitada

La integración: verdadera fuerza industrial de Norteamérica

Norteamérica tiene todo para liderar el futuro industrial, no como tres países separados, sino como una sola fuerza regional

La integración: verdadera fuerza industrial de Norteamérica
Francisco González Díaz / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La reciente North American ManufacturingConference, celebrada en Ottawa, fue un punto de encuentro crucial para más de 250 líderes de la industria, tomadores de decisiones y representantes clave de los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México. 

A diferencia de lo que se percibe en el ámbito político, me dio gusto escuchar de primera mano que los industriales de los tres países no solo destacamosel papel fundamental de la manufactura en la economía de Norteamérica, sino que también subrayamos la importancia de la integración y de nuestras cadenas de valor como claves para enfrentar los desafíos del entorno global.

Uno de los temas centrales fue el impacto y el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Según un estudio presentado durante el evento, más del 94% de los industriales en la región dependen del comercio intrarregional de materias primas, bienes intermedios y productos terminados.

Este dato refleja la profunda integración de las cadenas de suministro en Norteamérica. Sin embargo, un alto porcentaje de los 422 encuestados —compañías manufactureras de los tres países—expresaron preocupación por la incertidumbre en torno a la revisión del acuerdo en 2026, señalando posibles efectos negativos en el crecimiento económico y la creación de empleo en el corto plazo.

El 86% de los participantes en la encuesta consideraron que sus negocios se verían afectados significativamente si el T-MEC no se extiende. La estabilidad de este acuerdo es crucial no solo para proteger empleos, sino también para garantizar la competitividad global de las industrias de los tres países. La manufactura representa más del 10% del PIB de la región y emplea a cerca de 25 millones de personas, lo que la convierte en un motor clave de innovación, exportaciones y crecimiento económico.

La conferencia también puso de relieve el consenso abrumador en favor de una mayor integración económica entre los tres países. Los industriales de los tres países apoyan esta visión, reconociendo que una mayor colaboración puede fortalecer las cadenas de suministro y mejorar la capacidad de la región para competir con otros bloques económicos.

El éxito de Norteamérica en el ámbito manufacturero depende de la cooperación y el compromiso de los tres países para las próximas décadas. Es momento de reforzar la integración, no debilitarla, y de trabajar juntos para garantizar que el T-MEC siga siendo un pilar de estabilidad y crecimiento.

Desde mi perspectiva, este evento no solo reafirmó la relevanciade nuestra región para la manufactura, sino que también puso en evidencia lo entrelazadas que están nuestras cadenas de valor y nos recordó que el futuro de nuestra región está en reconocer que unidos llegamos más lejos.

Entre los temas clave hacia futuro destacó la inteligencia artificial (IA), que está transformando la manufactura en un motor de innovación. La IA optimiza procesos, reduce costos y abre nuevas oportunidades en sectores estratégicos como el de autopartes. 

Otro punto central fue la descarbonización. Es imperante impulsar a la región como líder en la transición hacia tecnologías limpias. En el sector automotriz, la apuesta por vehículos eléctricos está generando inversiones récord.

En los primeros nueve meses de 2024, México atrajo $4,600 millones de dólares en 18 proyectos de electromovilidad, desde la construcción de plantas hasta la adquisición de flotas eléctricas. Este impulso es esencial para cumplir con los compromisos climáticos globales y garantizar que Norteamérica lidere en sostenibilidad.

La conferencia también abordó la necesidad de proteger la integridad de las cadenas de suministro críticas. Se destacaron medidas para mitigar riesgos, como la diversificación de proveedores y el fortalecimiento de alianzas regionales. Estos pasos son cruciales para reducir vulnerabilidades y garantizar la resiliencia de la región en un entorno geopolítico cada vez más complejo.

Y, finalmente, es crucial mitigar riesgos potenciales en talento y garantizar que la capacitación de la fuerza laboral esté alineada con las demandas tecnológicas del futuro. La capacitación en tecnologías avanzadas no es opcional; es una inversión estratégica para mantener el liderazgo de Norteamérica en la escena global. 

La integración entre Canadá, Estados Unidos y México es reconocida por los industriales de los tres paísescomo un vínculo esencial para la estabilidad económica. Nuestra región debe mantenerse como un modelo global de integración y sostenibilidad. Para ello, los industriales de los tres países debemosredoblar esfuerzos para asegurar que los beneficios de esta integración sean del conocimiento de más personas y sectores, así como reforzar la confianza en el futuro común.

Norteamérica tiene todo para liderar el futuro industrial, no como tres países separados, sino como una sola fuerza regional. La pregunta no es si estamos preparados para enfrentar los retos globales, sino cómo, juntos, convertiremos esos desafíos en oportunidades para las generaciones que vienen.

POR FRANCISCO GONZÁLEZ DÍAZ
PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA INDUSTRIA NACIONAL DE AUTOPARTES

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