Concluyó la Feria Internacional de Guadalajara, FIL Gdl2024 superando sus propios récords. Cuando los espacios culturales son vitales para la gobernanza y la paz, cada vez se añaden más segmentos que aumentan la complejidad del diálogo cultural entre regiones en la reunión anual en México. España pasó la estafeta a Cataluña como invitado de honor en el 2025.
Sin embargo, no lejos, la realidad por la que cruza Haití no cesa de representar un llamado a la atención a los problemas de la relación entre la cultura y la gobernanza. Cómo también lo que ocurre en Siria cuando ambas realidades vuelven a recordar lo imperativo que es el no dejar a nadie fuera de las estrategias de paz y buena gobernanza, la cultura de cooperación y solidaridad.
Ambas realidades, la haitiana y la siria, continúan colocando en las mesas de toma de decisiones nacionales e internacionales la calidad de los compromisos políticos internos, pero también los internacionales, cuando continúan transformándose los conflictos internos que requieren la construcción permanente, la consolidación de espacios de paz y gobernanza.
Por décadas, Haití y Siria han estado en las listas internacionales de conflictos internos contemporáneos más graves, en los mapas que reflejan incertidumbre respecto al futuro de la convivencia en esos países, de las regiones en las que sus realidades impactan. Las transiciones en ambos países no son fáciles ni sencillas; cada paso cuenta y de eso depende lo que sigue. Llevan décadas en las primeras planas, en las notas regionales, en las coberturas globales.
Esta semana, las noticias sobre lo ocurrido en la capital de Haití han vuelto a ocupar los lugares más visibles a primera vista de las primeras páginas de los medios de comunicación. Las razones, una masacre de civiles que acaba de ocurrir, el nuevo llamado de las Naciones Unidas para que no se deje de apoyar a Haití y se realice una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido. Se reporta que al menos 127 de las personas que murieron ahí tenían más de 60 años, y que perdieron la vida vecinos y miembros de la comunidad que trataron de ayudar a quienes eran agredidos.
La transición a un estado de paz permanente es el reto tanto en Haití como en Siria y en el resto de los países que viven transiciones políticas en situaciones de conflicto en diversas regiones del mundo. En ese ámbito, la gestión del retorno y la construcción futura en la mesa, la participación de las poblaciones que han sido desplazadas, refugiadas y continúan migrando representa un elemento clave para la gobernabilidad y la gobernanza en Haití, como en Siria y otros lugares.
Asuntos como esos se abordan estos días con la presencia de gobiernos y actores regionales de América Latina y El Caribe, en el Foro de Doha en Qatar el 7 y 8 de diciembre en Catar que recién concluyó en el que el lema estuvo dedicado al imperativo de la innovación en el que hubo ponentes de México y República Dominicana, país vecino de Haití, Barbados, Honduras, Barbados y Ecuador. Participaron expertos en procesos de transformación de conflictos y paz. Esta semana se llevan a cabo los Diálogos del Atlántico del 12 al 14 de diciembre en Rabat, Marruecos.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ