El helado es uno de esos pequeños placeres de la vida que casi toda persona disfruta. Por la naturaleza de este, es normal que se consuma en un momento o época donde hace calor, ya que refresca a quién lo consume. Pero, como todo el año se antoja un rico helado, es un hecho que también se puede consumir en días de frío, lluvia o, como es ahora en enero de 2025, en pleno invierno.
A veces se asocia al helado con el hecho de que puede ser perjudicial para la salud, más si se consume en exceso o si puede afectar a la garganta. Esto parece no ser tan preciso, ya que por el contrario aporta varios beneficios a la salud de las personas.
De acuerdo con cifras de la UNAM, es en otoño e invierno cuando se elevan las enfermedades respiratorias, siendo enero el mes en que más aumentan. Esto se debe a una disminución en la humedad ambiental que debilita la capa de moco que recubre el tracto respiratorio, el cual se encarga de atrapar hongos, virus y bacterias. Si el sistema inmune se encuentra además debilitado, entonces hay propensión a enfermar.
Sin embargo, este no es un impedimento para que las personas dejen de consumir alimentos congelados como lo es el helado. En ese sentido, este postre tiene más ventajas que desventajas al ser consumido en esta época del año, pues son bien conocidos sus beneficios.
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El helado no enferma y sí ayuda a la felicidad
Consumir helado en climas fríos puede ayudar al cuerpo a acostumbrarse a las bajas temperaturas, fortaleciendo la resistencia natural a los cambios climáticos. Una de sus ventajas es el fortalecimiento del sistema inmunológico.
“Existe la creencia errónea de que los helados enfrían el cuerpo y causan resfriados. Sin embargo, éstos son causados por virus, no por alimentos fríos. Consumir helado no debería afectar negativamente a la salud, al contrario. En estos meses donde nos enfrentamos a posibles dificultades emocionales el helado ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y con ello, a fortalecer nuestro cuerpo ante el frío”, comentó Beatriz Rodríguez, directora general de Frody.
Además, mejora el ánimo gracias al triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, conocida como la "hormona de la felicidad".
Desinflama, da energía y más
Consumir helados en esta época de frío tiene más beneficios que suelen ser desconocidos. Otro beneficio es tener un menor choque térmico, ya que comer algo frío en invierno puede equilibrar la temperatura corporal reduciendo el choque térmico que ocurre al consumir alimentos o bebidas calientes cuando estamos expuestos al frío.
El helado es una buena fuente de energía pues contiene carbohidratos, grasas y azúcares que proporcionan energía inmediata, útil durante los meses de invierno, cuando el cuerpo necesita más calorías para mantener la temperatura.
Por si fuera poco, este postre también tiene propiedades desinflamatorias, pues es útil para calmar irritaciones leves de la garganta debido a su textura suave y efecto refrescante. Y si bien están relacionados al sabor dulce, los helados naturales o bajos en azúcar pueden ser una opción deliciosa y menos perjudicial en comparación con otros postres de invierno como pasteles o galletas.
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