Sostiene Pereyra

Cero tolerancia en el deporte a agresores sexuales

Tristemente, México sigue en pañales en este rubro y, sin importar que los dirigentes sean hombres o mujeres, nadie quiere tomar al toro por los cuernos

Cero tolerancia en el deporte a agresores sexuales
Beatriz Pereyra / Sostiene Pereyra / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

El acoso y abuso sexual son otra deudas pendientes que tienen los organismos deportivos mexicanos, llámese Conade, COM, federaciones, institutos estatales del deporte e, incluso, las universidades. S

i bien es cierto que este es un problema añejo que está presente en todos los países, hay algunos que sí han avanzado en sus políticas públicas de atención, pero sobre todo de prevención. Tenemos que decir tristemente que México sigue en pañales en este rubro y que, sin importar que los dirigentes sean hombres o mujeres, nadie quiere tomar este toro por los cuernos.

Han preferido voltear hacia otro lado. Con su silencio e inacción han sido cómplices de acosadores y abusadores. Le temen a los escándalos cuando se hace público que un entrenador, médico, fisiatra, deportista o funcionario es señalado como agresor sexual, pero tampoco implementan medidas que inhiban este tipo de acciones para que en lugar de correctivo sea preventivo.

Es de no creerse que han pasado más de 25 años desde la primera vez que una deportista señaló a su entrenador como su acosador sexual. Fue la clavadista Cristina Millán quien destapó esa coladera para denunciar a Francisco Rueda, quien después fue acusado por otras tantas y tantos (sí, también hombres).

En este cuarto de siglo, por fortuna, muchísimas deportistas, algunas de ellas menores de edad, han tenido el valor de alzar la voz para señalar a sus agresores sexuales. Una de ellas es la pentatleta olímpica Tamara Vega, la levantadora de pesas Geovanella Fararoni, un grupo de mujeres que estaban en el equipo de atletismo del entrenador Andrés Guzmán, adscrito al Instituto Queretano del Deporte, y también una larga lista que de manera anónima alertaron sobre las conductas poco éticas y delictivas que sufrieron a manos de quienes tenían la responsabilidad de formarlas en el deporte.

Asusta ver como muchos de quienes han sido señalados son entrenadores que han venido de Cuba, pero es peor la forma en la que, incluso, las mujeres normalizan sus conductas con el pretexto de que en esa isla caribeña la sexualidad se vive de una forma más intensa. La perspectiva de género no existe en el deporte mexicano.

Las víctimas o sobrevivientes siguen siendo señaladas como las responsables de lo que les pasa, y cuando denuncian son cuestionadas por qué no lo dijeron antes o son motivo de escarnio.

Es urgente que en el Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte, máximo órgano que engloba a todos los actores políticos en este rubro, encabezado por la abogada Fabiola González, se diseñen los lineamientos para saber cómo atender y atacar el problema, pero, insisto, sobre todo, cómo prevenirlo en lugar de solapar y encubrir a los agresores sexuales.

POR BEATRIZ PEREYRA

COLABORADORA

@BEATRIZAPEREYRA

MAAZ

 

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