Joshua tenía sólo siete años y lo mataron. El pasado 31 de octubre, en un segundo, todo el empeño de sus padres para garantizarle un futuro próspero en la vida que tenía por delante se esfumó cuando una bala impactó contra el pequeño en lo que se presume fue un caso de cobro de piso.
Aquel fatídico jueves, Joshua, inquieto como siempre, luchaba por el “capibara” que otro compañerito le había tomado prestado. Una sonrisa volvió a su rostro cuando su amigo le devolvió el peluche que tanto le gustaba. Nadie se imaginaba que ese día sería el último en que se escucharían sus risas.
Todos los planes y la sonrisa del infante se esfumaron por la tarde, cuando dos hombres armados dispararon contra su papá, quien lo había recogido al final de su jornada escolar y había llegado a la puerta de su casa en la colonia Campestre de la alcaldía Gustavo A. Madero.
Israel Téllez, el padre de Joshua, corrió a resguardarse en una farmacia con su hijo en brazos herido por el impacto de una bala. Sin respetar ni los más básicos códigos del crimen organizado, dos sujetos enmascarados le dispararon en la cabeza al pequeño, lo que provocó su muerte en minutos.
Así, en los brazos de un padre igualmente herido, pasaron los últimos momentos de la vida de un niño de siete años. Los asesinos huyeron y hasta el cierre de esta columna se desconoce su paradero. Las investigaciones del caso las lleva la Fiscalía de la CDMX.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador hablaba de la necesidad de recuperar el famoso tejido social. Cuánta razón tenía y cuánta falta hace que busquemos la esencia de la buena humanidad.
La inseguridad en México crece cada sexenio. De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), de 2015 a junio de 2024, la cifra por muerte de menores de 0-17 años de edad fue de 24,055 personas. Para que usted lo dimensione, es el doble del aforo total del Auditorio Nacional. Lo más lamentable es que las cifras van a la alza, es una realidad que cada vez hay más personas que asesinan a sangre fría, sin el menor escrúpulo.
¿Hasta dónde puede llegar el ser humano? Los límites todavía se desconocen, pero es inobjetable que este tipo de asesinatos deberían castigarse con penas más severas.
Se estima que en el mundo hay 52 países que aún aplican la pena de muerte como castigo. De acuerdo con Amnistía Internacional, China, Irán, Arabia Saudita, Egipto y Estados Unidos son las naciones que más ejecuciones suman anualmente. En muchos de estos lugares, esto aplica para los casos de infanticidio y, sin afán de caer en lo radical, tal vez la historia de Joshua podría ser la punta de lanza para preguntarnos si no es tiempo de hacerlo nosotros también.
Joshua y ningún niño merecen ser parte de las estadísticas. Una familia no debería desintegrarse de manera tan desgarradora. Un padre no debe ver cómo asesinan a su hijo.
Historias como las de Joshua no pueden quedar impunes y lo más triste es que todas estas palabras resonarán para miles de personas que han perdido a alguien en medio de lo sangriento que se ha vuelto el mundo desde que las vidas humanas parecen valer tan poco para algunas personas.
Joshua, tus maestras y compañeros te honrarán para siempre. Este diciembre cumplirías 8 años y el vacío en tu habitación se sentirá toda la vida.
Madruguetes
Urgencia de frenar vehículos obsoletos
El alarmante incremento en la importación de vehículos pesados chatarra plantea un desafío significativo para el sector transportista y para el país en general. Mientras en años anteriores llegaban a México alrededor de 9 mil unidades de este tipo anualmente, este año podría cerrarse con la entrada de más de 30 mil.
Este cambio impacta no solo la economía, al disminuir la demanda de unidades fabricadas en México, sino que también afecta la salud pública y el medio ambiente. Las unidades nacionales, en cambio, contribuyen al fisco y generan empleos, por lo que permitir el ingreso masivo de vehículos tan viejos desincentiva la producción local y reduce la derrama económica.
La competencia desleal que representan estas unidades importadas exige medidas urgentes por parte de las autoridades, por lo que la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Economía deben actualizar los estándares de importación y controlar el ingreso de vehículos obsoletos.
México y la OCDE
México como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esta semana es anfitrión junto con la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside Raúl Tornel y Cruz, de la décimo sexta edición del curso de Formación de Inspectores de bajo los principios de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL), implementados por la organización internacional desde 1978 para promover la calidad y validez de los datos generados en pruebas que evalúan la seguridad de productos químicos.
En este escenario la EMA desde 2017 es el ente encargado de evaluar el programa de monitoreo de BPL, por lo que, es responsable de emitir los reconocimientos a los laboratorios y de colaborar con las autoridades reguladoras, para notificar los resultados de las inspecciones y auditorías realizadas. En el curso que concluye este 7 de noviembre, inspectores de más de 30 países fueron capacitados.
POR LAURA PUENTE
COLABORADORA
TWITTER: @LAURAPUENTEEN
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