Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa". Esa era la frase que Angela Merkel, la formidable excanciller alemana, recuerda en sus memorias como el mantra con que trató de mantener una actitud positiva en negociaciones cuando el expresidente Donald Trump, en su primer período de gobierno, amenazaba con retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre clima.
La frase fue un consejo del Papa Francisco, relata Merkel, de acuerdo con una reseña en el medio especializado Politico que tuvo acceso a una copia adelantada al libro autobiográfico de la mujer que gobernó a Alemania de abril de 2000 a diciembre de 2018. Cuenta Merkel que en una audiencia con el pontífice, y sin entrar en detalles, “le pregunté cómo abordaría opiniones fundamentalmente diferentes en un grupo de personalidades importantes”, escribió Merkel. El Papa me respondió con franqueza: ‘Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa’”
Extractos de sus memorias han sido publicados en varios medios europeos, y aunque lo que más ha llamado la atención son sus sugestiones para tratar con Trump, tiene menciones también respecto al dirigente ruso, Vladimir Putin. Decir que Merkel tiene un mal recuerdo y una peor impresión de Putin sería una cortesía.
Pero Trump, de acuerdo con la política alemana, sentía una cierta "fascinación" por el Presidente ruso. "En los años siguientes, tuve la impresión de que los políticos con rasgos autocráticos y dictatoriales lo cautivaban", escribió. Al consignar sus interacciones con Trump, durante su primer mandato de cuatro años, recordó que "juzgaba todo desde la perspectiva del empresario inmobiliario que había sido antes de la política", y apuntó que así, “cada propiedad sólo podía ser asignada una vez. Si él no la obtenía, alguien más la obtenía. Así era también como veía el mundo”.
En su opinión, Trump considera que "todos los países competían entre sí, en los que el éxito de uno era el fracaso del otro; no creía que la prosperidad de todos pudiera aumentarse mediante la cooperación”. Peor aún, su conclusión a partir de conversaciones con Trump fue de que no habría trabajado en conjunto, ni cooperación, luego del summit de Taormina (Italia) en 2017, del que salió convencida –y así lo declaró– de que Europa debería comenzar a valerse por sí misma.
Las memorias de Merkel parecen haber llamado la atención de los europeos, casi como una lección de experiencias para tratar con Trump ahora que el exmandatario se apresta a regresar a la Casa Blanca con una agenda no muy distinta a la de su primer gobierno, pero con más experiencia y los rencores que le dejó la derrota de hace cuatro años y la general reprobación a su gobierno.
Pero al mismo tiempo, es de recordar que Trump se considera a sí mismo como un maestro del arte de la negociación y que le gusta hacerlo desde posiciones de fuerza. "Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate que no se rompa" es un buen consejo, pero nada fácil...
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
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