En estos tiempos revueltos del México de mientras continúen así las cosas pocos mexicanos comprenden a sus abogados, entre ellos ministros, magistrados, jueces y postulantes, por lo que considero propicio decir quiénes son.
Son… somos, esas personas que, cuando nadie le crea a usted, -por engaño o por malicia-, defenderán su verdad frente a la convicción general, con la interpretación más amplia de la Ley y los principios del derecho…
Nosotros somos también quienes, cuando una persona física o colectiva abuse de usted, o lo pretenda, nos presentaremos a defender su derecho de persona justiciable frente a la desvergüenza política, económica o de abyectas costumbres.
Abogados, ministros, magistrados, jueces, postulantes somos personas que, por vías legales del derecho procesal o alzando la voz, invocamos los derechos contenidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales para que se materialicen en nuestra mexicana y a la mexicana realidad, y no sean una quimera o sueño irracional, ilógico, erróneo, insensato, contrario al buen sentido, arbitrario, improcedente, desatinado, disparatado, extravagante, plasmado desde 1813 en los Sentimientos de la Nación de José María Morelos, “Artículo 6. Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo, y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos”, y del constituyente de 1917, para el advenimiento de un México que sí es posible, digno lleno de mexicanos con dignidad.
Y enfadamos…claro, al pudiente, que ve cómo su dinero y tráfico de influencias no le sirve para atropellar al vulnerable.
Y enfadamos…claro, al improvisado gobernante, que se percata con saliva en las comisuras, que hay límites que su poder e influencia no pueden traspasar.
Y enfadamos…claro, al improvisado legislador, quien descalifica adjetivando de irrespetuosos, e impertinentes, a quienes como abogados somos capaces de sostener una verdad distinta de la que presentan ante medios de comunicación, ya doblados a su “modo”.
Y sí… enfadamos claro, a una sociedad llena de prejuicios que ve cómo alguien, contrariando a una corriente de culto a la personalidad, de una manera a su forma de ver, conservadora, irrespetuosa e impertinente, es capaz de sostener una verdad distinta de la que les han contado medios de comunicación del gobernante; e incomodamos…claro, a las nomenklaturas multinacionales, (élites del partido gobernante de la antigua URSS), que ven la resistencia de unos, según ellos, don nadie con toga o con la indignidad del abogado postulante, que no permiten, que no permitimos, que se atropelle un estado de derecho.
POR JOSÉ MARTÍN GALVÁN MUÑOZ
PRESIDENTE DEL CAPÍTULO MORELOS DE LA BMA
MAAZ