Columna Invitada

La esperanza que renace en Zacatecas

Zacatecas es un estado con un enorme potencial: su territorio, sus recursos naturales, su posición geográfica privilegiada en el centro del país y, sobre todo

La esperanza que renace en Zacatecas
José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El pasado fin de semana, Zacatecas vivió un momento significativo con la visita de nuestra Presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum, quien fue recibida con gran entusiasmo y, sobre todo, con Esperanza. Esta esperanza no es casualidad, sino el reflejo de un estado que, a pesar de su enorme potencial económico, ha padecido las duras consecuencias de los gobiernos neoliberales, los cuales, al dejar de lado las necesidades del campo y de las clases populares, han sumido a Zacatecas en una crisis que parece no tener fin. Sin embargo, hoy, gracias a una forma de hacer política honesta y basada en justicia social, la esperanza parece recobrar fuerzas.

Zacatecas es un estado con un enorme potencial: su territorio, sus recursos naturales, su posición geográfica privilegiada en el centro del país y, sobre todo, la gente que habita en él, son elementos que deberían haber convertido a la entidad en uno de los motores del desarrollo nacional. Sin embargo, las políticas neoliberales del pasado, que apostaron por la desindustrialización y el abandono del campo, llevaron al estado a una profunda crisis económica. En la actualidad, a pesar de ser una de las principales entidades productoras de frijol, México se enfrenta a la paradoja de seguir importando grandes cantidades de esta leguminosa, debido a la precarización del sector agrícola y los bajos precios que los campesinos durante años recibieron por su trabajo.

La visita de la Doctora Claudia no solo fue una oportunidad para compartir un mensaje de unidad y trabajo, sino también para anunciar políticas concretas que abonan a la recuperación de la dignidad de los productores zacatecanos. En su encuentro con los campesinos, Sheinbaum hizo un anuncio clave: el aumento al precio de garantía del frijol. Este es un acto que, más allá de la política, responde a la necesidad de justicia para los productores del campo que durante años han sido víctimas de la especulación y el intermediarismo.

El precio justo para el frijol es solo una parte de un cambio profundo que se está gestando. Con la promesa de mejorar las condiciones para los productores y garantizar un precio justo para sus cosechas, se abre una ventana de oportunidad para que los campesinos zacatecanos dejen de depender de los intermediarios y, por fin, puedan obtener el valor real de su esfuerzo. Este tipo de decisiones no solo son necesarias, sino urgentes, pues el campo de Zacatecas ha sido golpeado por la sequía y la falta de inversión en infraestructura. La constante descapitalización del sector agrícola ha sido una de las grandes heridas abiertas en la entidad.

Sin duda, la esperanza es el motor de este nuevo momento que vive Zacatecas. Y no se trata solo de una esperanza abstracta, sino de un acto concreto de justicia social que tiene nombres y apellidos: las y los campesinos de Zacatecas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha venido a demostrar que las políticas públicas pueden ser una herramienta para restaurar la dignidad de los más olvidados, y por ello su visita dejó una huella profunda en todos aquellos que anhelan ver un cambio real en su estado y en su país.

POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES

COLABORADOR

@NARROJOSE

PAL

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