Julio Berdegué, inició su gestión al frente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), bajo el encargo de la presidenta Claudia Sheinbaum de alcanzar la soberanía alimentaria en México.
Más allá del discurso y del ideal que eso representa, ya que ningún país es completamente autosuficiente en materia alimentaria, esa responsabilidad constituye un desafío central para el campo mexicano y la seguridad alimentaria del país.
Según Berdegué, la meta es asegurar que las familias mexicanas cuenten con alimentos suficientes, a precios justos y con abasto permanente, y para lograrlo, el secretario enfatizó la importancia de fortalecer la producción interna, mejorar la competitividad del sector primario y seguir expandiendo las exportaciones agrícolas.
En un contexto global de creciente incertidumbre alimentaria y desafíos climáticos, reducir la dependencia de importaciones es crucial, lo que requiere el fortalecimiento de los pequeños y medianos productores, a través de su tecnificación y el acceso a financiamiento.
Uno de los mayores logros del sector primario mexicano en 2023 fue el récord histórico en la producción agrícola y en las exportaciones agroalimentarias. Según datos de la SADER, los envíos a mercados internacionales alcanzaron los 51 mil 874 millones de dólares, un aumento de 3.9 por ciento en comparación con 2022, mientras que las importaciones cayeron 0.07 por ciento.
Además, de enero a mayo de 2024, las exportaciones sumaron 24 mil 327 millones de dólares, un aumento de 7.22 por ciento respecto a lo registrado en los primeros cinco meses de 2023 y fue el valor más alto de los últimos 32 años.
Si bien aún puede hacerse mucho para seguir potenciando a los productores nacionales, esto necesariamente pasa por la tecnificación, el acceso a financiamiento y la asesoría técnica entre los pequeños y medianos, a fin de que puedan expandir su mercado. El tema del crédito no se tiene del todo claro, por lo que será un punto a explorar en los siguientes meses.
Hay que destacar ejemplos como los del limón, el aguacate y las berries, éstas últimas han destacado por su creciente demanda en mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, Europa y Asia.
Las berries han mostrado un crecimiento constante, con exportaciones anuales que superan los 2 mil millones de dólares, y han generado dinamismo económico en zonas determinadas, sobre todo, en Jalisco.
La tecnificación y la asesoría que el proyecto de la nueva administración plantea para los pequeños productores en su “República Rural, Justa y Soberana”, es esencial no solo para fortalecer la balanza comercial, sino también para generar empleos y mejorar su competitividad, y garantizar que esto sea sostenido y sostenible.
Los pequeños productores representan más del 80 por ciento del total de agricultores del país, y según Berdegué, el gobierno está comprometido a proporcionarles asesoría técnica, acceso a financiamiento y capacitación en técnicas agrícolas modernas que les permitan aumentar sus rendimientos sin comprometer la sustentabilidad de los recursos naturales.
En este sentido, la tecnificación de más de 200 mil hectáreas de riego y la implementación de proyectos estratégicos de reciclaje de agua son iniciativas clave para asegurar que los pequeños productores puedan adaptarse a los desafíos del cambio climático.
El objetivo de la soberanía alimentaria planteado por Julio Berdegué es ambicioso, pero también necesario y requerirá de políticas públicas sólidas, apoyo continuo a los pequeños productores, así como un enfoque en la sustentabilidad y adaptación al cambio climático.
POR MMARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO
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