Tres en Raya

No hay esperanzas para el INAI

Atole con el dedo. Increíble que en el INAI haya quienes todavía no se den por enterados. No sobrevivirán a la guillotina legislativa de diciembre por más que se aplaquen, se reúnan con la 4T y hasta le aplaudan

No hay esperanzas para el INAI
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

‘No hay más ciego que el que no quiere ver’ y eso es lo que les sucede a los comisionados del INAI.

El instituto está a punto de desaparecer. Lo dijo López Obrador; luego, ya en este sexenio, lo reiteró Ricardo Monreal, emisario del expresidente. Ayer dictó sentencia la secretaria de Gobernación. Todavía a finales de la semana pasada daba esperanza a los funcionarios del órgano constitucional autónomo. Pero ayer lunes en la mañanera dijo (y cito): “Ellos saben claramente que la reforma sobre los organismos autónomos va hacia adelante; sin embargo, a nosotros nos instruyó la presidenta Claudia Sheinbaum de escucharlos y tomar en cuenta lo que ellos estaban planteando…”. La decisión ya está tomada.

Atole con el dedo. Increíble que en el INAI haya quienes todavía no se den por enterados. No sobrevivirán a la guillotina legislativa de diciembre por más que se aplaquen, se reúnan con la 4T y hasta le aplaudan.

Claudia Sheinbaum dice que la eliminación del INAI no significa que desaparecerá la transparencia; incluso aseguró que su administración será más estricta en ese tema. Más patrañas. El instituto es un órgano constitucional autónomo; lo que quede de él, en cambio, será absorbido por la nueva Secretaría de Anticorrupción y del Buen Gobierno que es parte del Poder Ejecutivo federal. ¿Quién toma en serio que una autoridad, dependiendo directamente de la presidenta y siendo parte del régimen, exigirá los datos y los hará públicos como lo hacía el INAI? O más importante, ¿quién protegerá nuestros datos personales?

Se entiende —y solamente hasta cierto punto— que los comisionados del INAI Adrián Alcalá, Julieta del Río, Josefina Román y Blanca Lilia Ibarra se sentaran con la secretaria Rodríguez para dialogar sobre su posible sobrevivencia. ¿Pero que como muestra de buena intención le entregarán un reporte detallado de los contratos de la empresa de Xóchitl Gálvez con el instituto? ¿O también la reformulación de su presupuesto institucional, recortes importantes incluidos? ¿En serio pensaban que eso los salvaría? Mostraron su ingenuidad o, bien, total abyección.

No en balde dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos o más veces con la misma piedra. En el INAI no aprenden. Ni en cabeza ajena ni en la propia. Con la 4T no se negocia; ésta no reconsidera. Le están regalando tiempo y nuevos pretextos para desaparecerlos con más ahínco y placer.

Gobernación (nótese, no la Secretaría del Trabajo) habla de que 700 trabajadores del INAI tienen garantizados sus derechos laborales. Eso se reduce a que, en el despido por desaparición, se tomará en cuenta la antigüedad para su liquidación. Mismo así, hasta no ver, no creer.

Con la desaparición del INAI perderemos la única estructura que nos permitía obtener información sobre el destino de los recursos públicos. O, lo que es lo mismo, la estructura que podía demandar información a las autoridades previa solicitud de la ciudadanía, colectivo u otra dependencia. Perdemos también al instituto que cuida de los datos personales y que no permite que estos sean usados por el gobierno para amedrentarnos o, bien, por entes privados y públicos para acosarnos.

Se ofrecen patrañas y el INAI cae en ellas. Este régimen hará todo por desaparecerlo; cumplirá un capricho, reforzará la opacidad administrativa y por si eso no fuese motivo suficiente, se hará de recursos adicionales para derrochar. Todo eso es sello del morenismo.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADOR

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM  

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