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Sheinbaum y la Energía: Entre Promesas y Desafíos

Las propuestas de Sheinbaum son ambiciosas y podrían posicionar a México como líder en energías renovables

Sheinbaum y la Energía: Entre Promesas y Desafíos
Isabel Studer / Horizonte Global / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

El liderazgo de Claudia Sheinbaum, científica y Nobel, genera expectativas altas, especialmente en su propuesta de una transición energética justa que posicione a México en la vanguardia de energías limpias. Sin embargo, sus promesas traen consigo grandes retos.

Sheinbaum ha propuesto fortalecer el Plan Sonora y las energías renovables, incluyendo la generación distribuida y el uso de cocinas limpias en áreas rurales, lo que mejoraría la calidad de vida y reduciría el uso de leña. La electrificación del transporte público es otra prioridad para reducir emisiones en las grandes ciudades, aunque la candidata no ha dado suficiente importancia a los vehículos eléctricos como una vía clave para mantener a México como centro de producción en el mercado global.

La eficiencia energética también ocupa un lugar destacado en su agenda, promoviendo el ahorro en los sectores industrial, de transporte y en edificios públicos. México tiene un enorme potencial para la generación de energía renovable, especialmente solar en el norte del país, pero la falta de infraestructura y políticas claras ha impedido su desarrollo.

Uno de los principales desafíos para Sheinbaum es la continuidad del uso de combustibles fósiles. Aunque promueve las energías limpias, su plan mantiene operativas las refinerías, como la de Dos Bocas, lo que entra en conflicto con los objetivos de descarbonización.

Además, la situación financiera de Pemex, altamente endeudada, es un reto importante. Sheinbaum no ha especificado cómo resolverá estos problemas mientras impulsa la transición hacia el uso de tecnologías limpias en el transporte, la industria y la electricidad. Los subsidios a la gasolina y a las tarifas eléctricas también pueden limitar los recursos para la inversión en tecnologías limpias.

La reticencia a abrir completamente el sector energético a la inversión privada es otro obstáculo. Sheinbaum busca mantener el 54% de la electricidad bajo el control de la CFE, lo que podría frenar el crecimiento de las energías renovables y dificultar la atracción de inversiones en el contexto de la relocalización de las cadenas de suministro. 

En cuanto a la justicia social, Sheinbaum subraya la necesidad de una transición justa e inclusiva, enfocada en las comunidades rurales y pueblos indígenas, asegurando su acceso a energías limpias. También enfatiza la equidad de género, promoviendo la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones y en los beneficios económicos de la transición.

Las propuestas de Sheinbaum son ambiciosas y podrían posicionar a México como líder en energías renovables. Sin embargo, los retos como la dependencia de los combustibles fósiles, la viabilidad financiera de Pemex y la falta de apertura al sector privado complican su implementación.

POR ISABEL STUDER

PRESIDENTA DE SOSTENIBILIDAD GLOBAL

@ISASTUDER

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