Apuntes De Guerra

EEUU: final de fotografía

A estas alturas de la contienda es también tradición especular acerca de una posible “sorpresa octubrina”, un escándalo revelado a última hora

EEUU: final de fotografía
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

A exactamente tres semanas de las elecciones presidenciales más importantes de la historia reciente en EEUU, es prácticamente imposible vaticinar el resultado. La vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald Trump están no solo empatados en las preferencias del voto popular, sino que lo están también en los conocidos como estados bisagra, o columpio.

No los aburriré, queridos lectores, con los barrocos detalles del sistema electoral estadounidense, baste decir que en la que se llama a sí misma la democracia más importante del mundo, el ganador(a) no es quien obtiene más votos, sino el que gana los suficientes delegados estatales. Elección indirecta, pues, en la que en realidad todo depende de los resultados en 7 entidades, sin importar mayormente lo que suceda en las otras 43.

Tampoco pretendo explayarme en otros asuntos que a los puristas podrían parecerles relevantes, o trascendentales, como el financiamiento de campañas, el acceso a medios o el papel de las redes sociales. Aquí solamente el apunte brevísimo de que la campaña de Harris ha recaudado más de mil millones de dólares desde que fue proclamada candidata, o el abierto proselitismo de Elon Musk (propietario y usuario ávido de X) a favor de Trump.

Hablemos un poco de otras cosas que podrían inclinar la balanza a favor de uno u otro: el voto latino y afroamericano, por ejemplo, que muestra sorprendente (al menos para mí) apertura y simpatía por el discurso nativista y etnocentrismo de Trump y de su compañero de fórmula. O de la terrible insatisfacción entre votantes jóvenes universitarios y de la población musulmana por el apoyo irrestricto del gobierno de Biden/Harris a Israel, y que podría inclinar la balanza en Michigan, por ejemplo. O en la paradoja de que esos mismos segmentos podrían terminar decantándose a favor de Trump, cuya postura ante el conflicto en Medio Oriente es todavía más extrema.

A estas alturas de la contienda es también tradición especular acerca de una posible “sorpresa octubrina”, un escándalo que brinque o sea revelado a última hora para tratar de descarrilar a uno o ambos rivales. Esto se antoja ahora poco probable, pues de Trump ya solo faltaría algún escándalo o delito intergaláctico, y la dupla Harris/Waltz parece un tanto insípida como para grandes escándalos, aunque nunca se sabe.

Y, no sobra decirlo, el hecho de que la base de apoyo de Trump, su voto duro, está irreversiblemente comprometida con él, sin importar revelaciones.

Por último, pensemos también en cómo va a impactar el resultado a México, hoy ya primer socio comercial de EEUU y posible beneficiario de pleitos aún mayores de Washington con China o Rusia, sin minimizar los nuestros.

Quedan tres semanas, y se aceptan apuestas. 

POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS 

GGUERRA@GCYA.NET   

@GABRIELGUERRAC

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