Columna invitada

Ifigenia

Todos sabíamos quién era la Maestra Ifigenia cuando llegamos al Constituyente de la Ciudad de México: una mujer icono de la izquierda mexicana

Ifigenia
Hugo Eric Flores / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Todos sabíamos quién era la Maestra Ifigenia cuando llegamos al Constituyente de la Ciudad de México: una mujer icono de la izquierda mexicana. Cuando la conocí ya era de edad muy avanzada, siempre pulcra, objetiva, solo hablaba lo suficiente, no le faltaban, pero tampoco le sobraban palabras.  Su luz era la sencillez, su actitud humilde, siendo un icono, fue la luz que iluminó rápidamente a los Constituyentes citadinos.

No tengo duda que su espíritu cálido, bondadoso no respondía a su sabiduría cronológica. Ella, era una persona sabia no por su edad, sino por su esencia. Sabiduría, sencillez, conocimiento, respeto, valores firmes, un cóctel de virtudes que es muy difícil conjuntar en una sola persona, más si dedica a la actividad política. Viniendo de familia de maestros como es la mía, me di cuenta rápidamente que era una maestra. En sus apariciones por el constituyente siempre nos enseñó, a veces sin hablar.

La primera vez que me interese en su biografía fue siendo estudiante universitario de primer semestre en la Facultad de Derecho en C.U., a finales de los ochenta.

Ya en esos tiempos la maestra Ifigenia era una leyenda. Profesora de Economía en la Facultad de Economía, de la cual había sido su directora, fue detenida en el movimiento del 68 junto con estudiantes de esa misma escuela. La leyenda cuenta que en la ocupación del Ejército de Ciudad Universitaria un soldado le pregunto: ¿maestra que hace usted aquí? Ella le respondió: no, ¿qué hace usted aquí? Claro, ella era una maestra universitaria solidarizándose con la causa estudiantil.

Nunca tuve la cercanía personal como para preguntarle si la anécdota era verdad, pero la leyenda así lo decía y yo lo creo. Otra de las grandes anécdotas que se contaba era que había sido maestra de Carlos Salinas en la Facultad de Economía. Pero como todos sabemos, su postura económica siempre fue completamente diferente a la del expresidente Salinas. Pero no solo en economía, sino también en política.  

Cuando Miguel De la Madrid impuso a Salinas de Gortari como candidato a la Presidencia del PRI en 1987, dio lugar a la famosa corriente democratizadora. Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo fueron las cabezas visibles de la ruptura interna del PRI, que cambió a Mexico para siempre. El Ing. Cárdenas terminaría siendo candidato a la Presidencia por el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y de acuerdo a los “conteos oficiales” ocupo el segundo lugar de esa contienda.

Ahí es cuando y donde verdaderamente empezó el cambio democrático en México, rompiendo para siempre al partido de estado. Desde el inicio del movimiento, la Maestra Ifigenia siempre fue actora principalísima.

Ya comenté que la conocí personalmente en el Constituyente que dio vida legal a la Ciudad de México. Ahí me enteré de que había sido una de las primeras mujeres en haber estudiado en Harvard. No puedo comprarme de ninguna manera con ella, pero solo digo que tuvimos formación parecida, la UNAM y Harvard.

Seguramente por falta de información, la mayoría de las personas ven con recelo a los mexicanos graduados de la Universidad de Harvard. Piensan que ahí solo se estudia neoliberalismo y que tiene tendencias de derecha. Esa opinión desde luego es incorrecta, porque ahí se estudia de todo, es una verdadera universidad donde, -permítaseme la redundancia-, la universalidad del conocimiento es tan amplia que da para todos lados.

Pongo como ejemplo que, la Maestra Ifigenia hizo sus estudios acerca de desigualdad y pobreza en Harvard, sobre el tema hay grandes especialistas que la estudian desde todos los ángulos y doctrinas conocidas. Mientras que, en mi caso, me adherí al Movimiento de Estudios Críticos Legales. La mayoría de mis profesores eran de esta corriente de pensamiento jurídico, y en la que estudiamos el derecho desde un ángulo alternativo y crítico.

El derecho no puede ser estático, sino progresivo. No muy de derecha que digamos, en ambos casos. Es mas Harvard para muchos norteamericanos es más “leftie”, aunque en México no se crea.

El pasado 1 de octubre, el día que entregó la banda presidencial a la Doctora Claudia Sheinbaum, la primera mujer Presidenta de México, no pudo por su estado de salud pronunciar su último discurso en vida. Ese día, aciago para ella, celebro su lucha de décadas saliendo del hospital solo para presentarse a atestiguar que décadas de su vida no habían sido en vano. Unos días después nos reuníamos en sesión solemne con el cuerpo presente de la Maestra Ifigenia, a escuchar del Presidente de la Cámara el texto íntegro de su discurso, que en la sesión del 1 de octubre solo se habían pronunciado algunas frases.

En este último discurso hay ideas que quedarán para la historia política y parlamentaria nacional, como lo hubiera disfrutado Muñoz Ledo, el parlamentario de la democratización. Dijo la maestra en su discurso: “Somos testigos de que hoy se marca un antes y un después en nuestra historia. “Cuando fue mayor de edad no votaban las mujeres, hoy las mujeres estamos participando en condiciones de igualdad”.

“Lucha de generaciones enteras de mujeres desafiando los límites de nuestros tiempos, abrimos paso a una nueva era.” “Un punto de inflexión en la historia: triunfo de nuestros valores de igualdad, justicia y democracia”. Después hizo un llamado generacional a quien estaba entregando la estafeta, a nosotros nos dejó como tarea: “Que nuestras diferencias no nos dividan. Tiendan puentes para dialogar y construir un país más justo y solidario”. Deberíamos hacerlo caso a la Maestra, ella sabía lo que decía.  

Cito el principio y el final de su discurso. Inicio: “Entregar la banda presidencial es uno de los mayores honores de mi vida.” La humildad por delante. Algún día Muñoz Ledo, con quien sí conviví mucho más, nos dijo a mí y a mi entrañable Paco Curi (QEPD) hace mucho tiempo: “sería mejor Presidenta Ifigenia que cualquier otro, para empezar por Salinas”. La Doctora Sheinbaum, saco su espíritu universitario y públicamente anuncio su voto rebelde para la Presidencia: Ifigenia. Pensaba igual que Porfirio. 

En el final de su discurso dijo la frase de esta etapa histórica del país: “Es tiempo de mujeres”. Ella estuvo en la cimentación de estos tiempos. Muchos sabemos no quién era, sino quién ES la Maestra Ifigenia, y lo que significa para Mexico. Para preservar su memoria, su legado, y que siempre este presente entre nosotros, debemos de boca en boca decir quién es, no quién era la maestra.

Así se transmitió la historia bíblica por generaciones y generaciones, así se transmitió el verdadero legado. Yo si quiero que mi hija Jericó, la que salta murallas, sepa quién es, como le decía Porfirio: Ifigenia, mujer de raza fuerte.

POR HUGO ERIC FLORES

DIPUTADO FEDERAL LXVI LEGISLATURA

@HUGOERICFLORES

MAAZ

 

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