La autoridad del transporte y las líneas aéreas estadounidenses están furiosos con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno tras las duras políticas que están obligando a que las líneas aéreas de carga y las de pasajeros trasladen sus operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. “No hay buen panorama”, me dice una fuente, y menciona que Estados Unidos ya se cansó del maltrato que reciben las empresas aéreas aquí.
El decreto de ayer fue la puntilla. La disminución adicional en el número de operaciones por hora en el AICM, de 52 a 43, obligará a muchas empresas a replantear su operatividad y precios en México, sobre todo si el decreto genera que deban partir sus operaciones entre los dos aeropuertos, como seguramente será el caso para líneas que tengan varios vuelos.
Lo anterior implicará cancelaciones masivas; incertidumbre sobre origen y destino de vuelos durante los siguientes meses; reasignación de tripulaciones (que no necesariamente viven cerca del AIFA); alteración de vuelos de conexión; entre otros problemas.
El gobierno de México sostiene que fueron las aerolíneas las que incumplieron con la anterior reducción de 61 a 52 operaciones por hora. Pero lo cierto es que el gobierno ha tenido tres argumentos y no ha sido consistente. Primero dijo que después de aquella reducción las aerolíneas sustituyeron aviones por aparatos con mayor capacidad de pasajeros, y que eso explicaba la saturación actual. Después se argumentó que la gente en los edificios terminales se está empujando y no se puede siquiera caminar en los pasillos. Y ahora dicen que la razón de esta nueva reducción es que las aerolíneas incumplieron con la reducción de operaciones por hora.
La razón de fondo, todos lo sabemos, es que la cancelación del aeropuerto de Texcoco originó una cadena de sucesos costosísimos para el AICM, de tal suerte que no hay dinero para un mantenimiento adecuado ni para mejorar su infraestructura. Pero ese tema no se discute al interior del gobierno, porque la determinación del Presidente de cancelar dicha construcción se volvió inapelable. Por eso subsisten ahora varias versiones para explicar el caos actual.
¿Tendrá consecuencias el enojo estadounidense con AMLO? Mientras tanto la famosa Categoría 1 no nos ha sido devuelta, a pesar de la insistencia del secretario Jorge Nuño de que ya cumplimos con todos los requisitos desde hace meses. ¿Qué pasó? Nadie lo sabe… Por lo pronto habrá otra reunión al respecto en unos días.
TV AZTECA Y ROKU
La televisora que encabeza Benjamín Salinas anunció una alianza con el sistema Roku que permitirá a las agencias publicitarias comprar anuncios en streaming para televisión en la plataforma Roku a través de TV Azteca. Salinas dijo que su empresa busca ser una “completa solución para los anunciantes”.
POR CARLOS MOTA
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