El día de ayer, el todavía Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, pronunció su último discurso de inicio de curso, ya que en noviembre próximo dejará su cargo que ocupó durante ocho años.
Llama la atención que durante sus palabras pidió a la comunidad universitaria estar atenta "a todas las pretensiones desestabilizadoras" que pudieran darse ante el proceso de sucesión de la Rectoría.
Y es que si tomamos en cuenta que la derecha y grupos afines siempre han intentado apoderarse de la Máxima Casa de Estudios, entonces el mensaje de Graue cobra sentido ya que la UNAM no sólo se prepara para elegir a su Rector número 25, sino que la institución está ante la oportunidad de hacer valer su autonomía en una sucesión que se realizará en un clima electoral nacional, lo que podría ensuciar dicho proceso electivo.
Soy orgullosamente egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM y a lo largo de mi carrera fui testigo de la intromisión de grupos antagónicos que sólo buscan influir en la comunidad universitaria con fines políticos por lo que, como estudiante, organizábamos debates interminables sobre el rumbo que debía que tomar la Universidad para evitar los constantes intentos de la derecha reaccionaria de influir en su devenir, aprovechándose de ser un espacio plural pero, por fortuna, también progresista y de izquierda, por lo que hoy más que nunca esta lucha debe prevalecer en tiempos de transformación nacional.
Recordemos cuando el Consejo Estudiantil Universitario, con el respaldo de la comunidad, luchó con decisión en contra del proyecto privatizador que el neoliberalismo siempre ha querido imponer en la UNAM. De este hecho histórico, surgieron líderes que hoy tienen un papel relevante en el país como la Doctora Claudia Sheinbaum, entre otros más.
Y es que desde 1929, cuando obtuvo su autonomía, la UNAM siempre ha sido el corazón de la vida académica, de investigación y de formación de profesionales vitales para el desarrollo del país. Tan sólo hoy en sus aulas se preparan más de 373 mil alumnos, se cursan 133 carreras de nivel superior y 42 programas de posgrado en sus 35 institutos y 14 centros de investigación así como en sus 16 facultades, 9 escuelas nacionales y 5 unidades multidisciplinarias, 9 preparatorias y 5 CCH, lo que la han colocado como una de las 100 mejores universidades del mundo, que no debería politizarse y ni mucho menos ser un botín político.
Por ello, toda esta gran infraestructura siempre ha sido anhelada por la derecha neoliberal, siempre ha buscado su control y adoctrinamiento, pero la lucha de la comunidad universitaria ha estado a la altura y estoy seguro, una vez más, que defenderá con firmeza su pluralidad y autonomía.
Julio César Moreno
Diputado por Morena
@JULIOC_MORENO
MAAZ