Tres en raya

¿Es en serio, Señor Presidente?

Será interesante saber qué opina AMLO acerca de que el FBI esté investigando el asunto; sobre todo que husmeé y el que las pesquisas terminen por conectar la cuna del cártel con este asesinato

¿Es en serio, Señor Presidente?
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de Ecuador, denunció que en su país estaban presentes tanto el Cártel de Sinaloa como el de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Poco tiempo después, el pasado 9 de agosto, fue asesinado.

En diversas ocasiones, las autoridades ecuatorianas han señalado la presencia de los cárteles mexicanos en varias de sus ciudades, convirtiendo a su país en uno de los más violentos de la región sudamericana. En los últimos tres años, la tasa de asesinatos en Ecuador se incrementó 245%.

A raíz del asesinato del candidato, el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, quien concluye su mandato este mes, solicitó al FBI intervenir en las pesquisas del mencionado magnicidio. Se detuvo a seis implicados (todos de nacionalidad colombiana), mas el primer detenido fue asesinado en la estación de policías…

La procuración de justicia no es el fuerte de Latinoamérica. Villavicencio había pasado del periodismo a la política; se encontraba en la cuarta posición en la contienda por la presidencia concentrándose en denunciar actos de corrupción, y en especial los nexos de los políticos ecuatorianos con el narco y el crimen organizado. Su lema de campaña: “Es tiempo de valientes”.

Un día después del asesinato, López Obrador, a pregunta expresa sobre la posible participación del Cártel de Sinaloa en el citado asesinato, aseguró que “son, si acaso, hipótesis y pueden ser conjeturas… en tiempos electorales se inventan cosas… hay que actuar con mucha responsabilidad y seriedad, no culpar a la ligera a nadie… me llama la atención que de inmediato empiezan a repartir culpas de manera muy sensacionalista, poco seria, poco responsable.” (Vaya, el burro hablando de orejas…).

Ya sabemos que su pecho no es bodega, pero en lugar de hacer una apología —casi defensa— del Cártel de Sinaloa ¿no era más fácil decir que este asunto le corresponde a Ecuador y que son ellos quienes tendrán que realizar las investigaciones que consideren necesarias? Debería recordar que el hoy asesinado señaló en diversas ocasiones que había sido amenazado por el citado grupo delictivo. De hecho, señaló específicamente a “El Fito”, conocido dicho grupo delictivo.

Será interesante saber qué opina AMLO acerca de que el FBI esté investigando el asunto; sobre todo que husmeé y el que las pesquisas terminen por conectar la cuna del cártel con este asesinato.

Algo más: a la muerte de Villavicencio, el grupo criminal Los lobos se adjudicó el asesinato y dio a entender que el candidato recibía dinero del crimen organizado. A las cuantas horas, otro video de Los lobos (en este sin capuchas, dando la cara) negaba la autoría, señalando a otros grupos criminales sin mencionar cuáles.

El asesinato de Villavicencio tiene mucho de déjá vu para México. Históricamente por el magnicidio de Colosio hace ya 30 años. Actualmente por la violencia que rampea en el país y el temor de que le suceda algo a la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez, o a cualquier otro abanderado.

Henry Cucalón, ministro de Gobierno ecuatoriano dijo: “las bandas criminales asociadas con el narcotráfico quieren apoderarse del Estado y tenerlo secuestrado, es una guerra sucia de la que no hay antecedentes, pero que debemos afrontar”. Por experiencia sabemos que los abrazos no ayudan en esa separación y el gobierno debe velar por la seguridad de sus ciudadanos, no sólo de los delincuentes.

En el sexenio obradorista han sido asesinados más de 80 políticos. En este proceso electoral (2023-2024) se teme que aumenten las amenazas contra los candidatos de todos los partidos. Es ya momento de que López Obrador deje de ofrecer abrazos a criminales y denunciar a opositores, periodistas, niños con cáncer, científicos, etc. Requerimos urgentemente a un presidente que cese su victimización, olvide los pretextos para defender a criminales (o a su terrible equipo) y se ponga a trabajar.

Aunque sea este último tramo. De otra forma ante sus exabruptos, igual que se le preguntó a Fox, se le puede inquirir a él: ¿es en serio, Señor Presidente?

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

@MALOGUZMANVERO

MAAZ

 

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