Morena es el partido de reciente creación que mejores resultados electorales ha obtenido. Tras su fundación en 2014, el partido pasó de no tener presencia política, a gobernar junto a sus aliados del PVEM y el PES, 23 de 32 estados, es decir, el 71.87% del país.
Sus victorias estatales se dieron a partir de la elección del 2018, donde Andrés Manuel López Obrador ganó la presidencia y consiguió las primeras cinco gubernaturas para la Cuarta Transformación, además de la Ciudad de México.
El resto es historia: Morena de la mano del presidente gobierna poco más de dos terceras partes del país y la elección del 2024 será su primera prueba. A seis años de la victoria, 2024 será la primera elección en la que se pondrán en juego estados que hoy gobiernan.
¿Qué estados se compiten? Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la capital, la Ciudad de México. ¿Podrá Morena retener sus seis estados o la oposición logrará ganar espacios? Incluso, ¿podría Morena y la Cuarta Transformación aumentar su presencia en el país?
Van algunas reflexiones:
1. No se puede pensar en las elecciones estatales sin pensar en la elección presidencial. La narrativa nacional va a tener un impacto importante en cada uno de los estados. ¿Qué va a ser más importante para los votantes? Poner atención en quien dirigirá a su estado o a su país.
2. Como nunca, la definición de los candidatos puede definir el rumbo de las elecciones. ¿Le alcanzará a Morena con su poderío o ahora si va a necesitar de sus mejores perfiles? Lo mismo para la alianza, tras las victorias de Aguascalientes, Durango y Coahuila, toma relevancia llevar a sus liderazgos más competitivos (los más conocidos y los más aprobados).
3. ¿Qué va a evaluar la gente para decidir si vuelve a votar o no por Morena? ¿Los resultados del presidente o de sus gobernadores? Los gobernadores van a tener que pasar “la prueba del ácido”, demostrar sus resultados y no depender de la aprobación de AMLO.
4. AMLO no estará en la boleta. Sería un error pensar que en 2018 la mayoría de los ciudadanos votaron por los candidatos de Morena y no por López Obrador. Morena deberá construir, desde lo local, la narrativa de la Cuarta Transformación ahora que el presidente estará impedido a participar en el proceso.
5. El siempre latente riesgo de la ruptura. Hoy se empieza a hablar del qué pasaría si una de las corcholatas presidenciales no reconoce el resultado de las encuestas y decide buscar espacios en otro partido. ¿Y en los estados? El antecedente de Coahuila nos dice que cuando Morena no va en unidad, se rompe la inercia de triunfo de la 4T.
6. Y por último, no es solo la presidencia y las gubernaturas. También viene la totalidad de la Cámara de Diputados y de Senadores, 31 de 32 congresos locales y cientos de alcaldías. Habrá una saturación de información política, que sumado a los problemas del día a día del ciudadano, dificultará que el votante se interese en cada uno de los candidatos, sus propuestas, sus spots y carteles. ¿Cómo convencer al ciudadano?
Primera prueba para Morena. Prueba en la que deberán de demostrar si tienen la capacidad de mantener los espacios ya en gobierno o si la gente los castigará por sus resultados. Primera prueba de muchas, pero quizás la más importante, con la paulatina salida de Andrés Manuel López Obrador del foco político.
POR PATRICIO MORELOS
SOCIO DE POLIGRAMA Y PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
TWITTER: @PATOMORELOS
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