DESDE AFUERA

Alianza del Pacífico ¿supera problema?

Hace menos de 10 años esa unión era la respuesta a la urgencia de ver hacia la cuenca del Pacífico y un serio competidor al proteccionismo de Unasur

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Fue una solución simple para un problema innecesariamente enrevesado.

La decisión de que México entregue a Chile la presidencia pro-tempore de la Alianza del Pacífico (AP) para que el régimen de Santiago la ceda a Perú, el primero de agosto, eliminó obstáculos y sobre todo, allanó caminos para retomar lo que cada vez más parecía un rumbo perdido.

Hace menos de 10 años la Alianza del Pacífico era la respuesta latinoamericana a la urgencia de ver hacia la cuenca del Pacífico, y un serio competidor al proteccionismo de la Unión de Naciones de América del Sur (Unasur), auspiciada por el Brasil, de Luiz Inácio Lula da Silva, y la Venezuela, de Hugo Chávez. En los últimos años, las metas de varios de los integrantes de la AP cambiaron: México, Chile y Colombia tienen ahora gobiernos que se declaran progresistas o de izquierda. Pero igualmente, la importancia económica, comercial y geopolítica de la cuenca del Pacífico se acrecentó, y las necesidades de integración regional se multiplicaron.

Por eso cuando el Congreso peruano destituyó al presidente Pedro Castillo, acusándolo de corrupción, en diciembre de 2022, y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador rehusó entregar la presidencia pro-tempore de la Alianza al "golpista" régimen de Dina Boluarte, inició un diferendo que repercutió negativamente en el grupo y sus integrantes.

De entrada dividió al grupo: el gobierno del chileno Gabriel Boric indicó que no veía razón para no entregar la presidencia de la AP al gobierno peruano, toda vez que era su turno por reglamento. El gobierno de Gustavo Petro, en Colombia, se puso al lado del mexicano.

Pero el problema era aún mayor. Por un lado, había el factor político, ideológico ciertamente, en un grupo que no estaba preparado para ello. Aunque también el problema práctico, en cuanto a trámites y tratos comerciales, dentro del grupo y hacia afuera. Igualmente, el que otros organismos, como el acuerdo transpacífico, siguieron adelante mientras la AP se atoraba en recriminaciones.

Los cuatro países integrantes de la Alianza del Pacífico representan 41% del Producto Bruto Interno (PBI) de América Latina y el Caribe; suman cerca de 50% del comercio exterior de América Latina. Juntos, son la octava potencia económica y exportadora del mundo. De ahí el interés en la AP y la importancia de resolver el diferendo.

"Chile, Colombia, México y Perú –por el orden alfabético en que se rotan cada año la presidencia de la Alianza del Pacífico– podrían ahogar este mecanismo si no salvan sus diferencias", apuntó la emisora alemana Deutsche Welle.

La salomónica solución encontrada evita un mayor deterioro del grupo, abre la puerta a reconciliaciones y reconsideraciones y de hecho hasta a la posibilidad de ayudar al fortalecimiento de Unasur  y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), afectados por debilidades propias. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

MAAZ