Portazo

La conquista del Congreso

Por agradecimiento, por necesidad real, o por temor de perderlo, pero quienes reciben dinero del gobierno forman parte de la base dura del morenismo

La conquista del Congreso
Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Cuando se habla de la somnolencia de los opositores en cuanto a designar a sus posibles candidatos a la presidencia y la notable ventaja del gobierno en este sentido —sus corcholatas recorren el país desaforadas y sin rubor ante violaciones legales— se omite lo esencial y más peligroso de la situación: perder la batalla por el Congreso de la Unión.

Si Morena consigue la mayoría calificada en ambas Cámaras, el desastre nacional será irreversible. El fin de esta administración y la siguiente, tendrán toda la manga ancha para deshacer el actual diseño constitucional.

Y para conseguir ese propósito, el trabajo se ha intensificado.  Pocos se han dado cuenta de dónde está la verdadera ventaja del oficialismo.

Ese avance del gobierno —convertir a los beneficiarios de los programas sociales en votantes seguros—, explica, entre otras cosas, el ascenso de la señorita Luisa María Alcalde Luján a la Secretaría de Gobernación, y el nombramiento de Marath Bolaños como secretario del Trabajo.

Jóvenes Construyendo el Futuro opera en 147 mil 754 centros de trabajo, donde se “capacitan” a dos millones 315 mil 469 jóvenes.  Obviamente cada uno de ellos actúa como promotor del morenismo, casi en los términos de las “asambleas de representantes obreros” en los albores de la revolución bolchevique.

Pero además de este ejército de promotores hay otro más activo y visible. Lo mismo en los centros de entrega de tarjetas del Bienestar o en los centros de vacunación, cuando fueron necesarios: los Servidores de la Nación. Falso, le sirven al partido.

Así los describe el gobierno:

“…Todos los días, bajo el sol, la lluvia, sin descanso, recorren pueblos, cerros, caminos rurales y pequeñas veredas para llevar a los lugares más apartados, aquéllos a donde nunca se llegaba, los apoyos de los programas sociales. Ellos son los Servidores de la Nación, quienes recorren largos caminos a pie y en vehículos para acercar lo que por derecho les corresponde a quienes durante décadas permanecieron sin ser vistos y hoy son prioridad…”. Sí, prioridad electoral.

Algo similar ocurre con Sembrando vida, cuya burocracia opera en 25 mil 920 localidades de mil cuatro municipios. Medio millón de personas en el campo gozan de los beneficios directos. “Sembrando votos”.

Estas movilizaciones permanentes, sin contar con el programa estelar para Adultos mayores (12 millones), pagados con dinero público), dejan como consecuencia una presencia territorial fácilmente convertible en dominio político.

Unos por agradecimiento, algunos por necesidad real; otros por temor de perderlo, pero quienes reciben dinero del gobierno forman parte de la base dura del morenismo lopezobradorista cuyo piso electoral sobrepasa los 20 millones de ciudadanos.

En ese sentido, la oposición va irremediablemente rezagada. Así es fácil ganar hasta el Congreso.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

MAAZ

 

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