COLUMNA INVITADA

4 de junio de 2023: El fin del PRI

La derrota del PRI en el Estado de México y Coahuila, significará la cumbre de un largo proceso socio-político en que la sociedad mexicana ha luchado contra el enorme poder político y económico

OPINIÓN

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José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El próximo 4 de junio será un día histórico. Ese día terminará de manera real el priísmo en México, toda vez que perderá sus últimas dos gubernaturas, hecho que colocará a este partido político en el lugar que la historia le tiene destinado. El olvido.

La derrota del PRI en el Estado de México y Coahuila, significará la cumbre de un largo proceso socio-político en que la sociedad mexicana ha luchado contra el enorme poder político y económico que los dirigentes del partido tricolor, acumularon para mantener en sus manos las administraciones municipales, gubernamentales y federal a través de la fuerza que le daba el control económico, militar y policiaco del país.

Durante las primeras décadas de su gobierno el PRI nacionalizó la industria petrolera y dio tierras a los campesinos. Años después, el partido se desdijo, se inclinó a la derecha introduciendo reformas liberales, suscribiendo ambiciosos tratados de libre comercio y privatizando gran parte de la economía.

El PRI se convirtió en sinónimo de la persecución de opositores estudiantiles entre el 68 y el 71, los escándalos de corrupción de la presidencia de José López Portillo en la segunda mitad de los 70 e incluso, presuntos lazos con el narcotráfico.

Cuando fue al fin derrotado en el año 2000, el partido ya era ampliamente considerado en el país como corrupto y antidemocrático, tras las sucesivas acusaciones de manipular elecciones. Seis años después registró el peor resultado de su historia, obteniendo el tercer lugar en los comicios presidenciales.

Sin embargo, tras la decepción de algunos con los 12 años de gobierno del PAN, muchos vieron en el PRI un mal menor. “Conocemos al PRI”. Pero la administración de Peña Nieto significó represión (nunca olvidaremos a los 43 de Ayotzinapa) y una corrupción ofensiva que significó la segunda y definitiva derrota del priísmo.

Hoy el pueblo de México decidió convertir al viejo PRI en un mal sueño del cual sólo queda una pobre minoría en el Senado (tomemos en cuenta que de sus 13 senadores 12 son senadores plurinominales, es decir, no ganaron sus elecciones respectivas) y en la cámara de Diputados, sólo tienen 69 diputados de 500.

Es decir, el partido que otrora tuvo control absoluto en ambas cámaras hoy está totalmente derrotado, de la misma forma que quien tuvo todas las gubernaturas y actuó con total impunidad y cinismo, hoy está a punto de desaparecer del mapa político.

Dice el refrán “no hay mal que dure cien años…” ni mexicano que los aguante. Estamos a un paso de colocar este 4 de junio en los libros de historia. Haremos que el priísmo sea olvidado y con esto, ratificaremos el poder del pueblo, mismo que ha pintado el país de guinda para obligarnos a construir un país mejor a través del proyecto de la Cuarta Transformación.

Es un hecho, ganaremos los gobiernos del Estado de México y Coahuila y las fuerzas progresistas y de izquierda construiremos un mejor país sobre las ruinas de los proyectos de dispendios y privilegios que hundieron a millones de mexicanas y mexicanos en la pobreza para enriquecer a unos pocos que hoy son parte de los partidos políticos de la derecha neoliberal que hoy son sinónimo de derrota, enojo y frustración.

 

POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES

COLABORADOR

@JOSENARRO

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