COLUMNA INVITADA

¿La política que nos merecemos?

Los debates entre los políticos de los diversos partidos se encuentran en su nivel más bajo

¿La política que nos merecemos?
Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Los debates entre los políticos de los diversos partidos se encuentran en su nivel más bajo. Los diputados de Morena en la primera sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión denunciaron al llamado “Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México”, por su parte, los panistas exponen los negocios de los amigos de uno de los hijos del presidente López Obrador, conocido como el “Cártel de Andy”.

¿No sería mejor debatir sobre los principales problemas que aquejan a nuestro país y afectan a millones de mexicanos? Niveles de inseguridad preocupantes, falta de medicamentos, sistema de salud deficiente, muy alejado del que se presta en Dinamarca, falta de empleos, por ejemplo.

Por el contrario, pierden el tiempo atacándose unos a otros, compiten para ver quien hace las acusaciones más escandalosas y las descalificaciones más estridentes ante la opinión pública, todo pensando solamente en las próximas elecciones en el Estado de México y Coahuila de este año y, claro, las del 2024, donde se elegirá al próximo presidente de las República y al jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Esta claro, lo que esta en juego es mucho, por una parte, el PAN en la ciudad comandado por el diputado federal Jorge Romero y su grupo, se juegan su permanencia, además de posicionarse desde la capital pensando ya en 2030 en caso de que puedan imponer a su candidato en la figura del alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, y ganar la elección de 2024.

Para el caso de la presidencia de la República, Morena se juega su permanencia por seis años más, lo que implica la continuidad del presidente López Obrador y sus políticas, a través de sus corcholatas.

La oposición, por el contrario, y sin un candidato a la vista, buscaría sacar del poder a Morena, y en concreto a López Obrador, el cual durante toda su administración y recordando al clásico, ni los ve ni los oye.

El país y los mexicanos se encuentran hoy atrapados en ese fuego cruzado, que lo único que ha provocado es polarizar aún más a la población. La estrategia ha sido dividir y enfrentar a la clase media con los pobres, a los “fifís” con los “chairos”, con el único propósito de que cada bando lleve agua a su molino.

La pregunta es si los mexicanos estarán el día de las elecciones a la altura de las circunstancias, dejando de lado este tipo de acusaciones que en nada los benefician y se decidan por el candidato o candidata que presente las mejores propuestas para mejorar muchas cosas que, o se han hecho mal, o no lo suficientemente bien.

Hoy queda claro que no se han acabado los pobres, tampoco los cárteles de la droga, y mucho menos la corrupción, al contrario, no hay día en que no nos enteremos de un acto nuevo de desvío de recursos, lo cual sigue lastimando y lacerando a este país como un cáncer contra el que no se encuentra cura.

Para muestra un botón: la estafa maestra es un juego de niños, frente al desfalco llevado a cabo en SEGALMEX. Bajo la máxima de que primero lealtad y luego capacidad, el aceptar un cargo público sin tener la preparación y los conocimientos suficientes para
desempeñarlo, también es un acto de corrupción.

Los políticos deberían estar hoy más ocupados en presentar propuestas que contrasten diferentes proyectos de nación, en lugar de estar peleando como niños pequeños que se enfrentan por ver quién se queda con el juguete nuevo.

 

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO

eduardomacg@icloud.com
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